Armando Martínez Manríquez, alcalde de Altamira, analiza la realización de un show de pirotecnia musical con menor estruendo en lugar de los tradicionales fuegos artificiales para despedir el año este 31 de diciembre en la Isla de la Esperanza.
El edil explicó que se trataría de un espectáculo similar a los que se presentan en grandes ciudades, diseñado para disfrutarse en familia y reducir las afectaciones por el ruido excesivo.
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Como parte del proceso de decisión, el alcalde abrió una encuesta ciudadana a través de sus redes sociales, invitando a la población a participar y expresar su postura.
La consulta permanecerá abierta hasta hoy a las 6:00 de la tarde, y sus resultados serán considerados para definir si se lleva a cabo el evento.
“Gracias por participar y ayudarnos a construir mejores momentos para Altamira”, expresó el alcalde en su mensaje dirigido a la ciudadanía.
Actualmente la publicación ya cuenta con más de 6 mil reacciones en las que hay un claro empate al momento.
Si formarás parte de la consulta, te dejamos algunos puntos que debes tomar en cuenta.
¿Usar o no pirotecnia?
El uso de la pirotecnia es una costumbre arraigada por generaciones que, en muchos casos, sirve como ancla para fomentar la convivencia familiar e impulsar la actividad económica, al atraer turismo y generar derrama en sectores como el comercio, los servicios y el entretenimiento. También es una fuente de empleo para artesanos, quienes preservan una actividad que forma parte del patrimonio cultural en diversas regiones del país.
Por otro lado, la pirotecnia, aunque tradicional, genera múltiples afectaciones que impactan de manera directa no solo a mascotas o animales callejeros, sino también a personas con trastornos del espectro autista y a la calidad del aire.
El fuerte estruendo provocado por la quema de fuegos pirotécnicos genera estrés y crisis de ansiedad en personas con sensibilidad auditiva, adultos mayores, bebés y personas con trastornos del espectro autista. El ruido excesivo causa sufrimiento en mascotas y fauna silvestre, que pueden desorientarse, huir de sus hogares o incluso sufrir accidentes fatales. Cada año se reportan decenas de casos de animales extraviados o lesionados a causa de los estallidos.
El uso de pirotecnia también representa un riesgo para la seguridad, ya que puede provocar incendios, quemaduras y accidentes.
A esto se suma el impacto ambiental, pues los residuos contaminan el aire, el suelo y los cuerpos de agua. El biólogo Gabriel Cruz Reséndiz compartió en ediciones pasadas a Milenio Tamaulipas que, la fabricación y el uso de estos productos implican el empleo de múltiples químicos que, al final de su recorrido, terminan en la tierra y el agua, dañando los ecosistemas.
La gran cantidad de pirotecnia utilizada durante la temporada decembrina no solo genera un smog visible, sino que también ingresa a los pulmones y puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedad pulmonar obstructiva crónica o agravar las condiciones respiratorias.
SJHN
