Este 10 de septiembre se cumplen cuatro años del desprendimiento de rocas en el Cerro del Chiquihuite, en la colonia Lázaro Cárdenas Segunda Sección de Tlalnepantla, tragedia que cobró la vida de cuatro personas; dos menores Mía y Dilan, su madre Paola y una estudiante de la UNAM que rentaba en la zona.
A las 14:30 horas de aquel 2021, decenas de rocas de hasta 300 toneladas se desgajaron del cerro, sepultando cuatro viviendas de la calle Chimalhuacán.

Zona sigue siendo de alto riesgo
Desde entonces, la zona sigue considerada de alto riesgo, no solo por el reblandecimiento de los macizos rocosos a causa de las lluvias, sino también por la extracción de material que particulares continúan realizando en el lugar.
Protección Civil Municipal exhortó a la población a no extraer piedra del Chiquihuite, pues esta práctica incrementa el peligro de nuevos desprendimientos.
Familiares de personas fallecidas acudieron al lugar a colocar veladoras
La señora Paula López, madre de Jorge Mendoza y abuela de los pequeños fallecidos, relató que su hijo decidió no realizar una ceremonia religiosa este año, pero acudió al sitio de la tragedia para colocar veladoras y después caminar hasta la Basílica de Guadalupe en memoria de su esposa e hijos.
“Para nosotros nunca será igual sin ellos; seguimos luchando con Jorge para sobrellevar esta pérdida”, expresó.
Actualmente Jorge se dedica al comercio de frutas y verduras, mientras que su madre vende elotes en la colonia Lázaro Cárdenas.
Ambos fueron reubicados en viviendas entregadas por el gobierno federal en la colonia Jorge Jiménez Cantú, desde donde diariamente se trasladan para trabajar.
Cuatro años después, la herida de las familias afectadas sigue abierta, mientras que la montaña continúa representando un riesgo latente para la población.
kr