El empresario Abelardo Martínez, de la Ruta 400, consideró que el rechazo al incremento de las tarifas del transporte público es una estrategia para orillar a las empresas a la quiebra y que el estado pague menos por la compra de sus unidades.
Esto luego de que el Consejo Estatal de Transporte y Vialidad desechara por mayoría de votos el aumento de 2 pesos a la tarifa de las rutas y 1 peso al Metro, y que el estado reafirmara su intención de adquirir un financiamiento de casi 5 mil millones de pesos para comprar los camiones que circulan actualmente.
“Están presionando para que se deprecien las empresas y pagar menos y eso no se vale. Si tienen la intención de comprar, por supuesto que lo podemos entender, pero forzar a que las empresas quiebren para comprar quebrados, eso no se vale.
“Es una compra hostil, están quebrando a las empresas para no dar nada. Los camiones 2008 y 2009 que no valen, esos no te los compran. (...) Es una trampa”, alegó.
Aunque se mostró inconforme por la determinación del Consejo, el empresario transportista descartó aplicar paros de labores como medida de protesta o de austeridad.
“Nosotros tenemos un compromiso con los usuarios, vamos a seguir prestando el servicio, pero hay una realidad y alguien la tiene que entender”, apuntó.
José Alberto Almaraz, vocero de la Asociación de Transporte Público de Pasajeros de Nuevo León, opinó que la propuesta del estado de adquirir las unidades es positiva, pero inviable porque no tienen capacidad crediticia.
“La vemos muy difícil, ojalá y se lograra (la compra), pero la verdad lo vemos muy complicado, porque el estado no tiene capacidad crediticia por un lado y por otro lado sí es que lo logran les va a llevar mucho tiempo”, apuntó.
Hoy los transportistas se reunirán a puerta cerrada para definir las decisiones que tomarán como gremio.
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