María Lourdes hospitalizó a su padre y a su esposo con un día de diferencia. La razón: ambos tenían covid-19.
El coronavirus le arrebató a su esposo y le permitió conservar a su padre. Reconoció el cuerpo de su marido un sábado.
“Nuestra historia está muy horrible”, dice mientras espera a que su padre salga del Hospital de Respuesta Inmediata Covid-19 de Pachuca.
María Lourdes cuenta que su papá se contagió porque su esposo estaba enfermo y comenzaron con los síntomas casi al mismo tiempo.
Su esposo era de Calnali pero radicaba en la Ciudad de México. Ahí trabajaba en Uber. Tras enfermar y la saturación de los hospitales en la capital del país lo trasladó a Hidalgo.
“Al primero que traje fue a mi esposo el martes 5 de mayo en la madrugada y horas después traje a mi papá”, dice.
Su padre es originario de la Ciudad de México sin embargo preguntó en el hospital si podían ingresar a pacientes foráneos y le respondieron que sí. Así fue como su esposo y su papá llegaron a la ciudad de Pachuca.
María Lourdes cuenta que su esposo conducía un auto y hacía viajes no solo en la capital sino también hacia Hidalgo.
El último viaje que su marido hizo de la Ciudad de México al estado fue el de cuatro elementos de la Guardia Nacional, sin embargo iban tosiendo durante el trayecto.
“Al primero lo dejó en Tecámac, al segundo lo dejó en Pachuca, a otro lo dejó un poquito más delante de aquí y al cuarto muchacho que iba con mucha tos lo dejó pasando Tlanchinol”, recuerda.
Tras ese viaje su esposo fue a casa de sus papás en Calnali a lo que María Lourdes estuvo de acuerdo pues en la capital del país los viajes en Uber habían bajado debido a la contingencia sanitaria.
Sin embargo comenzó a sentirse mal, le dolía la cabeza. Le salió un viaje a la Ciudad de México y volvió a casa.
Toda la semana se sintió cansado pero no le había dicho a su esposa. Al llegar a casa descansó sin embargo a poco rato comenzó con fiebre.
Para esto siguió las recomendaciones de las autoridades de salud de quedarse en casa. Cuando se sintió muy mal llamaron a las líneas telefónicas de atención pero estaban saturadas.
María Lourdes le dio a su esposo paracetamol y metamizol para controlarle la fiebre. Y así fue, la controlaron pero comenzó el dolor de pecho. Se sintió mal y decidió llevarlo a un hospital pero todos estaban saturados.
Al ser su esposo de Calnali y saber del hospital especializado de covid-19 en Pachuca lo trasladó a la capital del estado.
Entonces su padre comenzó con flemas y dificultad para respirar. Él no pensaba que se tratara de covid-19 pero su hija no dudó en trasladarlo también al hospital.
La suerte de ambos no fue la misma. El esposo de María Lourdes falleció y su padre tras ser intubado y permanecer 20 días en el hospital sobrevivió.
Su padre no creía que tuviera covid-19 pero el diagnóstico le fue confirmado en el hospital.
María Lourdes sabía que su papá había contraído la enfermedad por eso no dudó ni un instante llevarlo al hospital de Pachuca.
“La libraste”, le dice a su padre en una videollamada unos minutos antes de que lo dieran de alta.
María Lourdes se sincera y dice que se siente bien y le da gusto que su papá se ha recuperado tras contagiarse de covid-19.
Cuenta que la atención para su padre en el hospital fue buena a pesar de no ser originario de Hidalgo, sin embargo su esposo no pudo ganarle la batalla al coronavirus.
“Lamentablemente mi esposo falleció y hoy mi papá se va de alta, no es culpa de los médicos, fueron muy buenos, excelentes, se hizo lo que se pudo con los dos y estoy agradecida con los doctores”, dice.
Mientras estaba hospitalizado y era atendido por médicos y enfermeras su padre pensó que iba a morir, que sus últimos días a sus 63 años de vida terminarían lejos de casa.
María Lourdes, quien ya había perdido a su esposo, pensó lo mismo: que no volvería a ver a su padre.
“Gracias a Dios está bien”, dice momentos antes de llevarlo de regreso a la Ciudad de México. Reflexiona y asegura que no saben cómo enfermó su esposo y cómo es que él contagió a su papá.
“Tal vez fui yo, tal vez fue mi esposo, no lo sabemos”, dice antes de volver a casa con su padre.
María Lourdes perdió a su esposo, conservó a su padre, cuidó a ambos mientras estaban enfermos y no se contagió de covid-19. Una muerte fue más que suficiente.