Cada año, nuestro planeta Tierra, en su movimiento de traslación durante su órbita solar, nos otorga la posibilidad de admirar parte de nuestra galaxia, denominada la Vía Láctea, por lo que las noches del verano terrestre son siempre muy deseadas. De la misma forma, repito el tema cada año, aunque no el texto, ni la imagen, porque realmente es impactante siempre ver una imagen de tantos objetos celestes juntos al unísono.
El centro de la galaxia se encuentra a unos 28,000 años luz de distancia, pero debido a la gran cantidad de gases y polvo interestelar que hay entre el centro galáctico y nosotros, es imposible satisfacer nuestra curiosidad acerca de las misteriosas fuerzas gravitacionales y de un agujero negro súper masivo que se cree existe en el corazón mismo de nuestra galaxia.
Sin embargo, en este paisaje sideral, podemos apreciar algunas nebulosas de gas, M8 y M20, como las principales, a unos 5,000 años luz de distancia, también millones de otros soles, que, como el nuestro, orbital la galaxia y gran cantidad de polvo interestelar, compuesto por pequeñas partículas de polvo que obscurece mucha de la luz que emiten los objetos brillantes de nuestra galaxia. El nuestro, es un universo bastante polvoso y hostil, pero también extraordinariamente bello y fotogénico.
Esta fotografía la realicé en la Reserva Nacional Maderas del Carmen, hace un mes, usando una cámara Canon 5D, con un lente Sigma de 35 mm y una increíble ratio focal de f/1.4, lo que permite captar gran cantidad de luz en apenas unos segundos, en este caso 180.
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