Aunque la nueva legislación entra en vigor hasta el mes de mayo, la activista Perla Martínez advirtió que los productores de bolsas de plástico podrían estar preparando estrategias legales para ampararse y no perder el negocio.
Martínez, creadora de la plataforma Revolución Refill, ha calificado como muy positiva la reforma que se hizo contra las bolsas de plástico que se distribuyen en los centros comerciales y supermercados para guardar productos, pero manifestó que todavía no se puede “cantar victoria” por completo, ya que los productores podrían luchar legalmente.
“También hay que pensar en todos los recursos legales que tiene la industria, los productores, los comercializadores de las bolsas, una vez que entre en vigor, porque todavía pueden interponer amparos y demás”, expresó.
La activista dedicada a problemas del medio ambiente, recordó que en la Ciudad de México ya se había logrado una reforma contra estas bolsas de plástico, pero hubo amparos que obstruyeron el proceso, algo que también sucedió en Querétaro y en ciudades de Estados Unidos, como Laredo.
“Esto también se vio en otros lugares, no es caso único, en Laredo pasó, fue toda una labor de las organizaciones de la sociedad civil, que veían (que era tanta) la contaminación causada por las bolsas de plástico, que lograron que la municipalidad de Laredo, Texas, las prohibiera, y estuvo prohibido por un tiempo, pero luego la industria, con su séquito de abogados, echó para abajo la prohibición”, dijo.
Este primero de enero algunas cadenas de supermercados, en Monterrey, comenzaron a dejar de dar bolsas de plástico para empacar productos, a pesar de que la entrada en vigor de la legislación será oficial hasta el 11 de mayo de 2020.
La disposición plantea también prohibir la venta en anaqueles de las bolsas para basura que contengan menos del 50 por ciento de material reciclado.
MILENIO Monterrey publicó ayer el llamado de Perla Martínez de no utilizar las llamadas bolsas alternativas, pues explicó que también son contaminantes.
Señaló que existen tipos de bolsas que no fueron incluidas en la modificación a la Ley Ambiental, como las denominadas "biodegradables" o "compostables".
Alertó que los establecimientos podrían recurrir a estas opciones que aparentemente no contaminan, pero que en realidad sí lo hacen.
"Es algo que todavía no está regulado por las normas oficiales mexicanas...en realidad también son productos que tienen un impacto ambiental", dijo.
La activista dio como ejemplo las bolsas que se fabrican a base de fécula de maíz, las cuales tienen una producción que representa un impacto ambiental negativo.
Debido a este panorama, Martínez resaltó que la única opción es optar por bolsas reutilizables.