La reciente decisión de la Universidad Autónoma de Nuevo León de retirar la venta de comida chatarra en sus cafeterías ha generado opiniones encontradas entre la comunidad estudiantil.
Mientras algunos consideran que la medida es un paso positivo para fomentar hábitos alimenticios más saludables, otros la califican como excesiva, argumentando que a su edad son capaces de decidir qué consumir.
"No sirve de nada porque vamos a traer la comida chatarra nosotros. Se me hace algo absurdo, la mayoría de las cosas que comemos es comida chatarra", expresó un estudiante.
Además, para algunos jóvenes la prioridad debería ser mejorar la calidad educativa antes de implementar restricciones sobre la alimentación.
"Me deja con mal sabor de boca, si van a poner reglas, que sean útiles y sirvan para mejorar la calidad de estudios, quitar la comida chatarra a nadie le afecta en cuestión de beneficio", comentó.
Por otro lado, hay quienes ven con buenos ojos la iniciativa, destacando la importancia de promover una alimentación saludable.
"Hay que incentivar la buena alimentación entre los jóvenes para disminuir el problema de obesidad infantil, que tristemente nos tiene como el número uno en el mundo. Esto puede ayudar a mejorar los hábitos de la gente", opinó otro estudiante.
Alumnos mencionan que comerciantes de las cafeterías también mostraran su preocupación por las posibles pérdidas económicas, ya que los productos chatarra representan una parte importante de sus ventas.
Además, muchos alumnos señalaron que, aunque no puedan comprar comida chatarra dentro del campus, esta seguirá estando al alcance en tiendas cercanas.
A pesar del debate, la UANL mantiene firme su decisión como parte de una estrategia para promover un estilo de vida más saludable.
Mientras tanto, la discusión sobre la efectividad y pertinencia de la medida continúa perteneciendo al paso del tiempo.