Un golpe brusco en el pecho durante un juego de futbol, propició que Mónica comenzara a explorar su pecho ante el intenso dolor, durante el proceso, detectó una bolita.
“No le tomé mucha importancia porque era muy pequeña, posteriormente fui por un ultrasonido para ver qué me decían y encontraron que tenía un hematoma que desapareció con tratamiento, masajes y medicamentos”, señaló Mónica quien en ese entonces tenía cerca de 30 años.
Pero aquella ocasión recibió el primer aviso, ya que cinco años más tarde, volvió a detectarse una bolita en el mismo seno y en un mes creció del tamaño de una masa que abarcaba toda el área.
Mónica fue intervenida quirúrgicamente para retirar el tumor completo que resultó benigno. En esa ocasión conservó su seno. Luego se casó y después de tener a su segundo hijo, volvió a aparecer esa bolita en el mismo lugar.
Y aunque los estudios indicaban que el tumor era benigno, la recomendación de los especialistas fuer la de retirar por completo el seno y, con ello, evitar la aparición de un nuevo tumor maligno e invasivo.
Mónica aceptó la cirugía radical y recibió apoyo psicológico y de rehabilitación en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Tuve depresión porque siempre he sido una persona muy vanidosa y sentía que no era la misma, que faltaba algo de mi cuerpo, no me sentía bien al verme al espejo”.
Ante los costos que implicaba una cirugía para la colocación de un expansor, y la reconstrucción de seno mediante implante de mama, por varios años buscó opciones para sentirse mejor como utilizar una bolsita con arroz o someterse a una lipoinyección, sin resultados que fueran satisfactorios.
“No me gustaba meterme al mar o las albercas, siempre utilizaba playeras guangas, blusas en la que no se me notara la parte de arriba, me acomplejé después de esto, la Mónica coqueta se había quedado atrás, para todo decía que no, me volví muy amargada, me encerré en mí misma, alejé a mi familia y a mi pareja”, resaltó.
Hace poco más de un año, gracias a un donativo, le colocaron un expansor en el seno para aumentar la cantidad de tejido y piel para reconstruir la mama y en septiembre de este año, recibió el implante de mama que por mucho tiempo Mónica anheló.
Mónica fue una de las primeras 10 derechohabientes que el pasado 21 y 22 de septiembre de 2024 recibió un implante de uno o ambos senos durante la Primera Jornada de Reconstrucción Mamaria en el Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI.
“Salí de cirugía, me visita la doctora, me quitan las vendas y me veo al espejo y dije: ¡Qué bonita! Y me dijo, te ves muy bonita; le dije gracias porque nunca pensé en volver a tener mi seno, porque es muy feo, como mujer para mí fue muy difícil sentirme incompleta, sentirme vacía y que no era atractiva”, enfatizó.
“Quedé muy muy agradecida con el Seguro Social, con la doctora, con el director del Hospital de Oncología a quien no tengo el gusto de conocer, de saber que me han apoyado tanto y esa parte de volver a tener fe, a tener confianza y que en esta vida con paciencia todo llega”, enfatizó.

GGAC