Ante el aumento de divorcios en México, el profesor investigador del Instituto de Ciencias de la Salud de la UAEH, David Jiménez Rodríguez, estudia casos de pareja entre 28 y 70 años para entender cómo la ausencia de acuerdos se convierte en un detonante de conflictos. Su análisis parte de los cambios que viven las relaciones con el paso del tiempo y la manera en que estos modifican expectativas y necesidades.
El académico explicó que la pareja es el único vínculo familiar elegido y del que puede separarse tanto emocional como legalmente. Señaló que cada relación establece reglas internas y que hoy es más frecuente que las personas convivan bajo el mismo techo sin mantener actividades propias de una relación afectiva, lo que debilita los acuerdos iniciales.
Jiménez Rodríguez apuntó que entre los problemas derivados de la falta de consensos, la infidelidad aparece con frecuencia cuando la comunicación se deteriora y las necesidades afectivas dejan de expresarse. Indicó que este acto ocurre fuera de los límites pactados y que el escenario sería distinto si la pareja hubiera conversado previamente sobre el tema.
También subrayó que la distribución desigual de responsabilidades económicas es un foco de conflicto. Agregó que, en algunos casos, los hombres pueden sentirse incómodos cuando la mujer percibe un ingreso mayor, lo que deriva en tensiones por expectativas tradicionales sobre quién debe aportar más al hogar.
Otro momento crítico surge cuando los hijos dejan la casa. Esta etapa, conocida como nido vacío, obliga a la pareja a reencontrarse sin el rol parental y puede desestabilizar la convivencia. El investigador señaló que resulta fundamental plantear nuevas metas y reconocer que la relación necesita evolucionar.
Tendencias
En 2024 se registraron en México 486 mil 645 matrimonios y 161 mil 932 divorcios, una proporción de 33.3 separaciones por cada 100 uniones. De acuerdo con el Inegi, esta relación confirma la continuidad de una tendencia creciente en la disolución de parejas durante la última década.
El impacto de la pandemia en 2020 redujo tanto las bodas como los divorcios, lo que provocó una caída general en ambos registros. Sin embargo, en 2021 se observó un repunte: ese año se concretaron 453 mil 085 matrimonios, un aumento de 35 por ciento respecto al año previo, mientras que los divorcios crecieron 61.4 por ciento en comparación con 2020.
La recuperación pospandemia se consolidó en 2022, cuando el país registró 507 mil 052 matrimonios y 166 mil 766 divorcios. La relación entre ambos eventos fue de 32.9 separaciones por cada 100 uniones, cifra similar a los años siguientes.
Para 2023 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía documentó 501 mil 529 matrimonios y 163 mil 587 divorcios, lo que dejó una proporción de 32.6 divorcios por cada 100 bodas. En 2024 la tasa nacional fue de 1.79 divorcios por cada mil habitantes de 18 años o más, lo que confirma que, pese a la recuperación en uniones, la separación de parejas sigue en niveles elevados.
