Ciencia y Salud

Bolsas de nicotina: el nuevo riesgo que amenaza a los adolescentes en México

Los especialistas señalaron que han comenzado a obsequiarlas a los jóvenes, y el problema es reside en que aquellos que nunca habían fumado, ahora están recibiendo nicotina, que es altamente adictiva.

La industria tabacalera introdujo de manera ilegal en México las llamadas bolsitas de fibra impregnada con nicotina y saborizantes, que se colocan discretamente entre la encía y el labio superior, liberando la sustancia durante varios minutos y generando un alto riesgo de adicción, advirtió Inti Barrientos, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

“Si lo pones abajo, lo chupas, y la nicotina se te va al estómago, lo que provoca una diarrea horrible. Pero arriba la nicotina es absorbida directamente por la mucosa y va al cerebro. El efecto es el mismo que fumar, es decir, “dopamina, noradrenalina, la sensación inmediata de la nicotina”, explicó el especialista, al describir la forma de consumo de un producto que, por su bajo costo, de entre 65 y 85 pesos y su discreción, se ha vuelto atractivo para adolescentes.

Son bolsas pueden usarse por hasta media hora y se ofrecen en diferentes concentraciones de 1.5 a 8 miligramos por bolsita en México, lo que aumenta su potencial adictivo frente a un cigarro, que libera nicotina en apenas cinco minutos. En grupos focales realizados por el INSP, jóvenes relataron mareos, náuseas, dolor de cabeza, ansiedad y dificultad para concentrarse tras usarlas.

“Esos son los síntomas de la nicotina en quienes no consumen habitualmente. Lo grave es que este producto se ofrece como algo inofensivo y hasta divertido”, dijo.

Barrientos presentó resultados del estudio Consumo de nicotina en adolescentes y jóvenes en México, desarrollado por el INSP, que confirma que mientras el uso de tabaco convencional ha disminuido en la población de 15 a 19 años, se ha disparado el consumo de cigarrillos electrónicos, vapeadores y bolsas de nicotina, lo que incrementa en conjunto la cantidad de nicotina consumida.

En seguimiento a consumidores de nicotina de 2022, el INSP observó transiciones a cuatro meses: solo 2.3 por ciento pasó a uso exclusivo de cigarro electrónico, 12 por ciento se convirtió en usuario dual y apenas cuatro por ciento dejó de consumir nicotina. “El uso dual es el peor de los mundos. Estás sumando el daño del cigarro combustible con el del electrónico. Aunque en teoría reduces el consumo, en realidad lo multiplicas”, enfatizó.

La investigación advierte que muchos adolescentes que ya fumaban han incorporado los electrónicos y ahora también las bolsas de nicotina, generando una triple vía de consumo que incrementa los riesgos. La industria, agregó Barrientos, presenta estos productos como sustitutos, pero la evidencia muestra que son complementarios. “Lo que observamos es que no están dejando el cigarro. Están fumando, vapeando y usando bolsas. Y el resultado es que el nivel de adicción sube”, puntualizó.

El investigador también expuso los resultados del estudio Composición química de líquidos de vapeo en México y Guatemala, donde se analizaron 239 muestras de líquidos utilizados en cigarrillos electrónicos. El resultado fue la identificación de 105 compuestos químicos: 47 irritantes, 35 tóxicos y seis cancerígenos. “Cuando estos líquidos se aerosolizan, los compuestos tóxicos se multiplican. El propilenglicol y la glicerina vegetal se transforman en aldehídos que son tóxicos en hígado, irritantes y cancerígenos”, explicó.

“Si tienes un líquido de sabor menta, lo más común es que se acumule acroleína, que es cancerígena. Si es helado de fresa mentolado, se suman compuestos que simulan frío y frutas, lo que multiplica los riesgos”, añadió.

Sobre los dispositivos de tabaco calentado como IQOS, Barrientos rechazó la narrativa de reducción de daño utilizada por la industria.

Recordó que el famoso “95 por ciento menos dañino” proviene de un artículo de 2014 publicado en Public Health England, elaborado por un grupo de 12 expertos con conflictos de interés y no por un ensayo clínico. “Comparado con el cigarro combustible, están un poquito abajo, pero no lo suficiente como para llamar a un producto saludable”, afirmó.

El avance de estos productos en México ocurre en un vacío normativo: la Ley General para el Control del Tabaco regula productos con tabaco, pero estas bolsas contienen nicotina sin tabaco. “No hay un marco regulatorio claro. Primero introducen el producto, lo comercializan y luego presionan al Estado para que les dé una regulación laxa. Es una táctica global”, denunció.

Barrientos advirtió que la industria ha desplegado una campaña agresiva para atraer consumidores jóvenes con obsequios en conciertos y fiestas, distribución gratuita afuera de tiendas de conveniencia, promociones ligadas a bebidas energéticas y a eventos como la Fórmula 1. “Sabemos que en Reforma se las obsequian a los jóvenes: ‘Pruébalas’. El problema es que un chico que nunca había fumado ya está recibiendo nicotina, que es altamente adictiva”, dijo.

“Estos productos no son innovación, son trampas para enganchar a una nueva generación. La industria lo sabe, lo planifica y lo celebra. Lo que para ellos es negocio, para nosotros es enfermedad y muerte”, agregó.

LP

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Blanca Valadez
  • Blanca Valadez
  • Periodista formada en la UNAM. Con 33 años de oficio, impulsada por la curiosidad y la aventura. Ha captado la voz de ilustres como Octavio Paz y Carlos Fuentes. Hoy explora los enigmas del cuerpo y la mente en relatos que resuenan en prensa, TV, radio y web.
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