EL ÁNGEL EXTERMINADOR
Arturo J. Flores
Este fin de semana se lleva a cabo en el Palacio de los Deportes la Expo Sexo y Erotismo 2016. Platicamos con Frida Sante, quien comenzó su carrera en el cine para adultos con la productora SexMex (la cual organiza el evento anual dedicado al placer) y con su novio, Renato Escobar, también actor XXX. Aquí nos cuentan cómo es amar en tierra sexosa.
Después de tanto blowjob, spanking, trío, orgía… ¿Qué calienta a una pareja de actores porno en la intimidad?
“A mí me pone cachondo besarte”, le dice Renato a Frida. Su mujer le confiesa a mi grabadora: “Eso, los cariñitos”.
La mayoría de las matrimonios intentan avivar la llama de su relación haciendo lo que para Frida y Renato es parte de su trabajo: disfrazarse de mujer policía y detenido, meter en su cama a una tercera persona, intentar nuevas posiciones, grabarse teniendo sexo. Para la pareja de actores de cine para adultos la forma más común de escapar de la monotonía es sencilla: salen a pasear a sus perros.
“Para mí hacer el amor es pasarme dos horas platicando con él”, dice la calificada “Diosa Latina” por Pornotería.com.
Se conocieron hace dos años en un rodaje. Entonces Frida ya tenía algún camino recorrido poniendo a prueba la resistencia de sus esfínteres. Renato en cambio, era una muchachito con la mayoría de edad recién cumplida que intentaba colarse a la industria porno. Escribió a las principales y escasas productoras mexicanas sin obtener respuesta. Entonces decidió intentar con las actrices a través de Twitter. Frida respondió a sus mensajes, entre los muchos que sus fans suelen enviarle con fotografías de sus penes. Invitó a Renato a participar en su primera película como directora, que se rodó a escondidas en un hotel de Calzada de Tlalpan.
Ambos recuerdan aquel día como toda una aventura. Me lo cuentan con la misma emoción de una pareja común y corriente que se conoció por casualidad en la fila del cine. “Éramos como diez personas en el crue de filmación y no nos dejaban entrar. Mi mánager tuvo que inventar una historia de que estábamos haciendo un estudio para la UNAM acerca de la reacción de las personas cuando simulan tener sexo”, me explica Frida. Renato añade: “Yo llegué cuando ya habían entrado; Frida me mandó un número de habitación por WhatsApp y cuando llegué, se oían tantos gritos que pensé: ‘¡Chale, llegué tarde”.
Cuando por fin rodaron la escena, Renato no traía otra identificación que su acta de nacimiento. Frida dudó en aceptarlo. “Temía que la hubiera ido a sacar a Santo Domingo, porque se venía muy chavito”. Pero mientras lo pensaba, ya estaba dándole la “bienvenida” al porno con un blow job.
¿Qué diablos son los celos?
De aquello ya transcurrieron 24 meses. Frida y Renato toman como punto de inicio de su relación aquella primera escena, porque nunca existió un “¿quieres ser mi novia?”. Su noviazgo, argumentan, tiene dos grandes ventajas sobre otras parejas. Número uno, como hubo sexo desde el principio nunca se pusieron las máscaras que el resto de las personas solemos utilizar para llevarnos al otro a la cama. Y segundo, no saben lo que son los celos.
Ambos tienen la libertad de tener sexo con otras personas fuera de su trabajo, siempre y cuando se lo platiquen con detalle. Porque lo que enoja no es la infidelidad, sino la falta de comunicación. Respecto al cine tres equis, pocas veces lo ven para calentarse. Más bien lo miran con ojos críticos, para aprender. Incluso miran juntos las escenas del otro para darse consejos.
“Hace poco trabajamos en una. Tuvimos escenas con otras personas y una juntos. Me gustó mirar a Renato y poder darle tips”, dice Frida. “A mí me gusta ver las escenas de ella porque siempre pone caras chistosas”, revira él. “Con Renato cuesta mucho trabajo pelearse. Todo el día se la pasa castrando, pero siempre me hace reír”.
Me acuerdo de aquella máxima de las abuelas: el que te hará reír, te hará gemir.
Aunque actualmente viven en México, tienen planes para irse a Europa, donde existe una industria sólida de cine para adultos. Juntos, eso sí, porque están muy enamorados.
—¿A poco cuando cogen en privado lo hacen como en las películas?
“No, a veces solo es de cucharita”, dice Renato. Frida interviene: “No es que todo el día quiera hacer un Reverse cowboy o un Exorcista. He visto muchas veces Nymphomaniac y aunque me gusta mucho el sexo, a veces me pregunto: ¿estaré enferma?”
Fuga de genitales
Las películas porno en México distan mucho de lo que se produce en otros países. Por eso Frida y Renato ya piensan en diversificar sus negocios. Ambos planean subirse al escenario para estrenar un show de burlesque y cabaret, además de probar suerte en el modelaje. Esto, porque en México se hacen muy pocas escenas y cuando sucede, los imprevistos están a la orden del día.
“No falta que alguien le jale al baño, pase una ambulancia o alguien se ría y todos esos ruidos quedan grabados”, dice Renato. Que de repente se vean a cuadro los camarógrafos y micrófonos de ambiente es cosa común.
“Además, la diferencia en sueldos es abismal. Las pocas productoras que existen están a la caza de nuevas figuras, pero no existe una reglamentación laboral, y ya no digamos de salud, que es muy importante”, interviene Frida.
Es por ello que también buscan ampliar sus horizontes más allá de las fronteras. Frida ya cuenta con una oficina de representación en Estados Unidos y ambos se encuentran negociando con una productora en Praga para incursionar en el cine para adultos de aquella ciudad.
“Y no te creas, hasta entre los debutantes falta preparación”, confiesa Renato. “El otro día hicimos una película y la chica que me estaba haciendo el blow job también estaba masturbando a otro chico, pero se la jalaba tan fuerte que parecía que se la iba a arrancar. Lo que es no saber”.
Lo que sí te da la experiencia es conocimiento. Renato tiene la mejor receta para endulzar el sabor del semen; Frida ha podido comprobarlo en carne propia. El consejo se lo dio el célebre Christian Lemon, que a su vez lo escuchó del español Nacho Vidal: “Come mucha manzana verde”.