El acompañamiento familiar en el aprendizaje de los niños es necesario, ya que actualmente los maestros se enfrentan a distractores tecnológicos, que aunque no se lleven al aula en las primeras etapas de educación, permiten que los niños tengan en la inmediatez información, resultando en ocasiones, de poco interés la exposición del docente.
Magdalena Francisco Jerónimo, licenciada en pedagogía y maestra en docencia, explica que uno de los desafíos actuales en el ámbito educativo, es la falta de acompañamiento familiar en el aprendizaje infantil, siendo la falta de tiempo de los padres para supervisar de cerca la educación de sus hijos, así como el uso de dispositivos lo que genera falta de atención.
La maestra Magdalena imparte clases a un grupo de quinto grado en la Escuela Primaria Xicoténcatl en Torreón y señala que uno de los principales obstáculos en el proceso educativo de los niños hoy en día es el impacto de las redes sociales y la tecnología.
A pesar de que los niños de primaria son aún pequeños, muchos tienen acceso a dispositivos electrónicos y redes sociales, que no siempre son adecuados para su edad. "A pesar de ser una preocupación constante, el uso de redes sociales sigue siendo uno de los mayores distractores en los hogares".
El tiempo limitado que los padres pueden dedicar al acompañamiento educativo también se ha convertido en un reto. Según la maestra, las obligaciones laborales de los padres, sumadas a las actividades extracurriculares de los estudiantes, dejan poco espacio para una supervisión directa de las tareas y el rendimiento escolar. En este contexto, las actividades propuestas para los estudiantes a menudo no son completamente aprovechadas.
"Lo que se está perdiendo son los valores y hábitos esenciales que antes eran enseñados en el hogar, y es precisamente ahí donde nosotros, como maestros, debemos intervenir". La intención de Magdalena es reforzar el vínculo entre escuela y familia para recuperar esos hábitos perdidos y garantizar que los niños se desarrollen tanto en lo académico como en lo personal.
Retomar hábitos, el desafío principal
Uno de los enfoques principales de su proyecto educativo es la implementación de hábitos que favorezcan el aprendizaje. Sin embargo, Magdalena reconoce que formarlos no es tarea fácil, especialmente cuando ni los propios adultos tienen rutinas establecidas.
Para abordar esta dificultad, ha sugerido una serie de actividades fáciles de implementar, comenzando por un cronograma sencillo para que los padres puedan adaptarlo a su vida diaria y no se sientan presionados. "Es importante que los padres se involucren sin sentirse abrumados, por lo que las actividades se proponen como sugerencias".
Magdalena observa que el 50% de sus alumnos cumplen con las tareas propuestas para hacer en casa, aunque esto varía dependiendo del compromiso y la supervisión familiar. Los estudiantes que reciben el apoyo adecuado en casa tienen un mejor desempeño, mientras que los demás tienden a desinteresarse de las tareas debido a la falta de seguimiento.
Es por ello, que la maestra se ha apoyado en teorías educativas como la de Maxwell, quien afirma que para formar un hábito es necesario un mínimo de 28 a 30 días de práctica constante. Esto también es válido para los niños, aunque debe adaptarse a su contexto familiar y social.
Uno de los puntos más relevantes, es la necesidad de fortalecer el trabajo en equipo entre padres y maestros. La propuesta es que los padres validen las tareas escolares y se comprometan activamente a supervisar los aprendizajes de sus hijos. "Cuando un niño dice que la maestra le encargó algo, pero el padre no respalda esa tarea, se pierde el compromiso", asegura Magdalena.
Estrategias para el rendimiento escolar
Dentro de las actividades sugeridas por Magdalena, destacan algunas que buscan reforzar los hábitos de estudio y el rendimiento académico. Entre ellas, se encuentran:
- Crear un ambiente adecuado para el estudio: El lugar debe estar libre de distracciones y contar con los materiales necesarios para hacer las tareas.
- Establecer rutinas: Definir un horario específico para las actividades académicas y dedicar un tiempo extra para reforzar conceptos, como lectura o cálculo mental.
- Acompañamiento positivo: La actitud de los padres frente a las tareas influye directamente en el desempeño del niño. A través de una comunicación constante y motivación, los padres pueden ayudarlos a cumplir con sus responsabilidades escolares.
- Reforzar habilidades básicas: A pesar de que los niños están llegando a grados superiores, muchos aún enfrentan dificultades con la lectura, un aspecto fundamental para su aprendizaje.
Magdalena concluye que el éxito del proceso educativo depende de una colaboración constante entre maestros, padres y estudiantes. "Hoy en día, los niños son más receptivos a la tecnología, pero como adultos debemos guiarlos y enseñarles a equilibrar el uso de los dispositivos con actividades que fortalezcan su aprendizaje".