Los cursos de cocina para niños tienen grandes beneficios ya que no solo aprenderán a preparar algunos platillos que pueden ser de su agrado, sino también la importancia de probar aquellos ingredientes que tal vez nunca se han atrevido a saborear.
Paola Blacio, asesor educativo en el Museo Regional de La Laguna menciona que las clases de cocina que se brindan a los niños dentro del curso de verano es con la intención de incluir actividades diferentes y que les traigan diversos beneficios.
"Desde hace un par de años se comenzó con esta actividad en donde los niños pueden explorar con materiales que tienen que ver con cuestiones perecederas y tienen su origen en el país como el elote, el frijol, jitomate u otros".
Dentro de la clase de cocina se les muestra el origen de algunos de los alimentos mientras se trabajan con ellos. "Otro beneficio es que en ocasiones los niños no tienen permitido manipular objetos de vidrio o cosas calientes, cuchillos, ralladores u otros y con este tipo de actividades se busca que desde los 2 o 3 años aprendan a hacerlo, siempre con la supervisión de un adulto".
Paola recalca que "luego hay adolescentes muy poco diestros para cosas muy prácticas de la vida y al final de cuentas la educación debe de ir también encaminada en ese sentido. Ya que entre más cosas pueda hacer por sí mismo, más fuerte e independientes son los niños".
Entre los 6 y 11 años es que empiezan con la elaboración de platillos a través de recetas, también se les muestran técnicas y productos de origen mexicano o del continente que salieron al mundo como lo son algunas especies.
Además se les muestra que una alimentación adecuada ayuda a los procesos de aprendizaje ya que con alimentos sanos les permite mayor concentración y aprenden mejor, "es parte de esa cultura nutricional que se les puede brindar", concluye.