Después de 10 años de haberse solicitado al Vaticano el aval para editar las traducciones de la Biblia en los lenguas indígenas tzotzil y tzetzal, se podrán imprimir una vez que los prelados mexicanos lo acepten, informó el obispo Felipe Arizmendi, al mencionar que autoridades vaticanas obstaculizaron durante estos años la autorización.
“Ante tanta tardanza y resistencia en concedernos la recognitio, a pesar de visitas y diálogos sostenidos con las autoridades a la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, acudimos directamente al papa Francisco. Nos dijo que esta práctica debía cambiar, pues es imposible que en Roma se conozcan todas las culturas; no pueden definir allá lo que no se conoce”, explicó.
“Desde hace más de tres años, nos dijo que serían las Conferencias Episcopales de cada país las que deberían aprobar estos textos, siempre en comunión con la sede apostólica, pues no se puede tener una auténtica liturgia católica sin esta comunión eclesial”, abundó.
Las autoridades vaticanas, dijo, les presentaron dudas y objeciones, que se trataron de explicar, conforme a la cultura local.