El número dos de Uber, Emil Michael, anunció hoy que deja su puesto en medio de una polémica sobre la cultura corporativa de la compañía que fue objeto de investigaciones en los últimos meses por casos de acoso sexual y discriminación.
Michael, vicepresidente de negocio senior, indicó en un comunicado abierto al público que será sustituido por David Richter, vicepresidente de iniciativa estratégica, y se declaró "orgulloso" de la calidad de su equipo, aunque no aclaró si ha renunciado o ha sido despedido.
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Desde su llegada a Uber hace casi cuatro años, señaló haber estado comprometido con la construcción de un equipo "que fuera acogedor para gente de todos los géneros, orientaciones sexuales, orígenes nacionales y formación académica".
La salida de Michael, cercano asesor del director general de Uber, Travis Kalanick, llega tras una reunión del consejo directivo que se alargó siete horas este domingo y en la que se abordó la investigación conducida durante meses por la firma Covington & Burling sobre el entorno de trabajo en la compañía.
En la reunión también se abordó la posible baja temporal del director general, un extremo que no se ha confirmado pero que junto a la salida de Michael indica cambios en el cuadro de mando de la compañía.
Los escalafones más altos de Uber tienen ya vacantes las posiciones de director de operaciones, gerente financiero, director de marketing, asesor jurídico general y jefe de ingeniería, según The Wall Street Journal.
No obstante, la compañía también ha hecho contrataciones recientemente y la última de ellas es la incorporación al consejo directivo de Wan Ling Martello, ejecutiva de Nestlé, informó este lunes el diario.
El estatus de Kalanick en la empresa se ha visto debilitado por la percepción de que bajo su liderazgo se creó una cultura corporativa tolerante con el acoso sexual y el sexismo.
En el ámbito personal, el máximo responsable de Uber tampoco pasa por un buen momento: a finales de mayo, su madre murió en un accidente de barco que también dejó a su padre gravemente herido.
Además de la polémica sobre su cultura corporativa, Uber tiene otros frentes abiertos: una querella de la matriz de Google, Alphabet, por el supuesto robo de información sobre coches autónomos y una investigación federal sobre sus operaciones de negocio.
Recientemente, la compañía admitió haber retenido por error millones de dólares a sus conductores neoyorquinos durante unos dos años.
mrf