El morderse las uñas no sólo es cuestión de nerviosismo, deseo o negligencia, es un hábito que puede tener un trasfondo psicológico y muchas veces indica traumas de la niñez.
Esta acción tiene implicaciones serias, no sólo desde un punto de vista estético, sino para la salud. Las uñas transportan virus y bacterias que pueden causar enfermedades si las pones en contacto directo con tu boca. Además, morder tus uñas puede dañar tus dientes y encías.
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Pon atención a estos consejos para que poco a poco vayas dejando el hábito.
Identifica las situaciones y momentos que activan tu hábito de comerte las uñas; después, elige las actividades que mantendrán tu boca y manos ocupadas.
Comienza a masticar plantas comestibles como la raíz de regaliz (debes hacerlo lentamente), así evitarás comerte tus uñas porque tendrás la boca entretenida. Es importante que te acostumbres a llevar estas plantas en tu bolsa para que recurras a ellas en tus momentos de estrés.
El Aloe vera tiene muchas propiedades buenas para la salud pero sabe muy mal. Pela con un cuchillo una penca y córtala en cuadritos. Ponlos en la nevera y cada mañana frota uno en tus uñas. El mal sabor mantendrá tus uñas lejos de tu boca.
¿Qué opinas de estos consejos? ¿Los pondrás en práctica?
RL