La incontinencia no es una enfermedad, sino un síntoma de un padecimiento, de manera que éste lo puede presentar a cualquier persona a cualquier edad.
Desde pequeños se nos enseña a tener el control tanto de esfínter como de micción. Cuando esto no ocurre, de niños podemos presentar escapes de orina llamados enuresis, los cuales se esperan se erradiquen en una edad máxima de 8 a 9 años, de no ser así se recomiendan otros tipos de tratamiento.
Sin embargo el origen de la enuresis en la infancia es distinto al de la incontinencia en la etapa adulta.
Como adultos podemos presentar este síntoma por presentar distintas enfermedades, incluso a veces por meras circunstancias de la vida.
En el caso de las mujeres el embarazo el o los partos, no son ninguna enfermedad, pero si pueden provocar que se desarrollen episodios de incontinencia.
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En el caso de los hombres es menos frecuente que se presente en esta edad, sin embargo en casos de intervenciones quirúrgicas de tipo urinaria o intestinales, estas pueden ser causantes de escapes de orina.
En la vejez es cuando se agudiza la aparición de éste síntoma, ya que el mismo cuerpo presenta afecciones, de manera que presentar problemas neurológicos, cardiacos, sedentarismo, el consumo de muchos medicamentos, entre otros, hace que las pérdida de orina se agudicen.
¿Hay alguna solución? ¡Claro! Asistir a su médico de confianza es lo principal ya que le indicará el tratamiento a seguir según sea la causa.
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Todos, en algún momento de nuestra vida, podemos presentar incontinencia, pero encontrar soluciones a este síntoma está en nuestras manos.
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