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Vicente Benavides, de condena de muerte a su posible libertad

Tras 26 años preso en una cárcel de California, el jalisciense podría ser declarado inocente en abril próximo

En 1991, esposado de pies y manos, Vicente Benavides Figueroa ingresó a un reclusorio en el Condado de San Quintin, California, acusado de violación en contra de una pequeña de 21 meses de nacida, conforme transcurrió el proceso, el oriundo del municipio de San Gabriel, estado de Jalisco, vio cómo la justicia norteamericana fincaba más cargos en su contra hasta dictarle la máxima condena en la unión americana, la pena de muerte; 26 años después, Vicente ha logrado demostrar su inocencia.

La vida de Vicente era como la de cualquier persona en San Gabriel, los recursos de su familia eran limitados y opciones no había muchas oportunidades para un joven de 29 años que tenía como máximo grado de estudios la secundaria, pues en su pueblo, no existía ningún plantel de educación media superior, por lo que en 1978, junto con algunos amigos, todos contagiados de la euforia de ganar un salario en dólares, hablar inglés, "viajar al gabacho" y todo lo que conlleva la ya trillada frase del sueño americano, Vicente empacó su fe, esperanza y se armó de valor para emprender una aventura que en los primeros años fue quizá lo que esperaba, consiguió trabajo, tras cinco años de estancia en Texas, legalizó su estadía y un par de años más tarde se enamoró.

Estella Medina, norteamericana de nacimiento y Vicente comenzaron una vida juntos en 1988, pero él jamás se olvidó de su familia en México, cada año durante la temporada decembrina y las fiestas patronales viajaba al sur de Jalisco para pasar tiempo con sus hermanos, ayudar a sus padres a quienes nunca dejó de apoyar económicamente, y de acuerdo a testimonio de familiares, los 60 días que pasaba en su tierra natal no tenían desperdicio para Vicente en cuanto a aprovechar para convivir con sus seres queridos.

La vida parecía favorecer al nacido en San Gabriel, hasta que llegó la mañana del 17 noviembre de 1991, era domingo y Estella debía cumplir con la jornada laboral en el hospital donde trabajaba como enfermera, por lo que la responsabilidad de cuidar a las dos hijas de ella, recaía ese día en Vicente, que de acuerdo a testimonios de la familia, la niña de mayor edad, le pidió permiso para ir a hacer un trabajo en casa de una amiga dentro del mismo coto en qué vivían, a lo que Vicente accedió, "la niña chiquita quería ir con su hermana y Vicente pensó que se habían ido juntas; 15 minutos después, cuando regresó la mayor él le preguntó por su hermanita y ella dijo que no se había ido con ella, entonces se salen a buscarla y encontraron a la niña tirada junto a unos coches, tenía los ojos abiertos pero no reaccionaba, fue cuando Vicente la tomó en sus brazos, llamaron al hospital donde trabajaba Estella y la llevó, ahí empezó todo", señaló uno de los familiares de Vicente Benavides.

Según dicta el expediente S033440 con fecha del 17 de enero de 2005, del Tribunal Supremo de California, la menor de 21 meses de edad, de nombre Consuelo, ingresó al Delano Medical Center, alrededor de las 19:30 horas, la pequeña presentaba algunas escoriaciones externas pero el mayor daño encontrado por los médicos fue interno, el más alarmante para los doctores una hemorragia interna e hinchazón tanto en el conducto vaginal como anal, lo que levantó sospechas de abuso sexual, sin embargo, jamás se realizaron los exámenes correspondientes debido a la condición de salud , calificada como "crítica" en la menor.

Tras una serie de cirugías, Consuelo falleció el 25 de noviembre de ese mismo año y a consideración de los médicos del UCLA Medical Center, que fueron los últimos en atender a la menor, ella habría sufrido violación, había sido sodomizada y recibido golpes que le causaron severos daños en las viseras.

Vicente fue detenido luego de que un detective encontrara rastros de semen y sangre en el dormitorio principal de la casa y a pesar de que Estella, declaró haber sostenido relaciones sexuales con el acusado la noche anterior al incidente, y a pesar del argumento de la defensa, sostenido por la declaración de dos expertos que aseguraban que las lesiones de Consuelo fueron consistentes con una caída o un accidente automovilístico o los efectos de varios procedimientos médicos empleados durante los ocho días que Consuelo estuvo en el hospital, Vicente fue procesado y declarado culpable.

En marzo de 1993, de acuerdo al mismo documento mencionado, durante la audiencia de sentencia ocurrieron dos situaciones que Vicente consideró perjudiciales para un adecuado proceso, pues tanto el asesor principal del jurado, Jeffrey Harbin, como su abogado defensor, Donnalee Huffman, no se presentaron, aunado a que el acusado no dominaba el idioma inglés y nadie traducía las resoluciones que se iban generando.

Benavides Figueroa fue condenado a muerte por violación, conducta lasciva y asesinato por un sistema de justicia que a consideración de sus familiares no le dio garantías en su defensa, tampoco permitió que aquellos que emitieron algún un dictamen médico, tuvieran acceso a información que 26 años después ha resultado relevante, al grado de que la Corte Suprema de California decidió anular su sentencia después de que los expertos médicos se desdijeran y ahora afirman que no hubo agresión sexual, y que las heridas en los genitales de la menor fueron resultado de los intentos de los médico por salvarle la vida.

Ahora, Vicente Benavides espera a que se cumpla una nueva fecha, la del 4 de abril, cuando se llevará a cabo una audiencia en la que la corte decidirá entre tres opciones posibles, una de ellas, considerada el peor de los escenarios para el preso, sería que el caso sea reabierto y comience un juicio de nueva cuenta con todos los elementos nuevos; la segunda posibilidad es que se fije una fianza para la liberación de Vicente y la tercera, que tiene amplias posibilidades de ocurrir, sería que ante la falta de elementos, sea declarado inocente y se ordene su liberación inmediata.

San Gabriel y su familia esperan su regreso

En enero de 1991, Vicente visitó San Gabriel por última ocasión, fue también la última vez que la familia pudo tomar una fotografía en la que saliera a cuadro, ocurrió en el Templo del Señor de la Misericordia de Amula durante el bautizo de su sobrina y ahijada María Concepción; días después, Vicente regresó a Estados Unidos y desde entonces, no lo han vuelto a ver.

Evaristo Benavides, hermano menor de Vicente, ha sufrido al igual que sus demás familiares desde aquel noviembre del 91, "me sentí defraudado de algo o de alguien, uno pensaba que el gobierno de Estados Unidos era perfecto y no", señaló en entrevista para MILENIO JALISCO.

Tras lo ocurrido con su hijastra, la comunicación con Vicente fue vía telefónica y siempre en las llamadas alentaba a sus familiares a que se mantuvieran tranquilos y que todo se resolvería, "el siempre fue muy bromista, siempre tenía la confianza y la fe de que en algún momento iba a salir, a veces hablábamos hasta una hora, yo me sentía triste cuando empecé a ver que la posibilidad de que saliera era más lejana, pasaron cinco o seis años y me pesaba más", cuenta Evaristo.

La situación empeoró cuando en San Quintín comenzaron a restringirle a Vicente algunos derechos con los que cuentan los internos como las llamadas a la familia, también le impidieron comunicación con Estella, que en los 90 visitó San Gabriel para conocer a la familia del hombre con quien vivió y al que acusaron de violar y asesinar a una de sus hijas, "recuerdo muy bien que mi papá le dijo a ella que se lo encargaba, que le encargaba a su hijo, así como pidiéndole que hablara a su favor, nunca volvimos a saber de ella", señaló el entrevistado.

En el año 2000, falleció el padre de Vicente, su madre murió tres años después, la noticia sin lugar a dudas fue devastadora para acusado, que lo único que quería era regresar a San Gabriel para despedir a sus padres, "su reacción fue pedirle a Dios que los acogiera en su seno y lógicamente el quería venir a verlos por última vez pero no fue posible. No renegó porque él es muy creyente, conoce la biblia, siempre te habla de versículos y un montón de cosas que le ayudaron a solventar esos duros golpes que tuvo que soportar lejos de aquí, ahí es donde encontró la fuerza y ahí él está al pie del cañón para dar el último paso y salir de prisión", mencionó Evaristo.

A lo largo del proceso, incluso luego de que se dictara sentencia, ninguno de los cinco hermanos de Vicente duraron por algún momento sobre su inocencia, "jamás, porque él es seis años mayor que yo, hasta me cuidaba cuando yo era pequeño, siempre nos identificamos mucho porque crecimos juntos, con Vicente siempre me la llevé muy bien, no haría algo como eso", señaló Evaristo, que en 2010 acudió al gobierno del estado de Jalisco para que este interviniera en aras de revertir la sentencia de muerte, la cual desde que fue emitida, han tratado de aplazar una y otra vez con procesos legales que tras 26 años, demuestran haber rendido frutos, pues han dado el tiempo suficiente para que se lograra demostrar su inocencia, lo cual esperan que sea la resolución final de la corte, para entonces poder abrazar de nuevo a Vicente, poderlo recibir con algarabía en San Gabriel, de donde partió en 1978 y en dónde desde hace 26 años esperan su regreso.

SRN

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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