Para muchas mujeres, la lucha contra el cáncer de mama no termina con la quimioterapia. Ni al extirpar el tumor, la glándula mamaria y todo el tejido cercano que puede albergar alguna célula maligna. La mitad de ellas, podrían enfrentar además una complicación secundaria: el linfedema. Un problema que les arrebata calidad de vida y del que raramente suelen informarles los servicios sanitarios.
Esa realidad la descubrió la doctora Blanca Alicia Meza León, casi por casualidad, al buscar respuestas para tratar a su hija de once años. El linfedema es la acumulación de líquido debajo de la piel, principalmente de las extremidades, cuando el sistema linfático está dañado o bloqueado. El daño puede ser ocasionado por diversas causas, desde congénitas hasta accidentes o lesiones, pero el origen más usual es el tratamiento contra el cáncer de mama, en especial por la resección de los ganglios.
Al retirarse los ganglios se provoca que la linfa, líquido transparente rico en linfocitos y plasma, se acumule en las extremidades superiores e inferiores y produzca una hinchazón. Los ganglios filtran el líquido linfático, explicó Meza León, presidenta fundadora de la Asociación Mexicana de Linfología y Linfedema A.C (Amlylac) en entrevista con MILENIO Jalisco.
“De cada ocho mujeres que se somete a tratamiento de cáncer de mama, cuatro lo pueden desarrollar (el linfedema) inmediatamente; y en un plazo de cinco años hasta el 70, 80 por ciento lo va a tener bien evidente. A la mayoría de personas que les quitan los ganglios linfáticos es un hecho que van a entrar en la etapa subclínica de linfedema en cualquier momento”, refirió.
El linfedema se presenta independientemente de la edad y el sexo, incluso en hombres. Cuando el origen es congénito, las personas nacen con esa hinchazón por una alteración en los ganglios linfáticos, describió la fundadora de Amlylac, organismo con quince años de trabajo a favor de estos pacientes y año y medio con registro del IJAS, aquí en Jalisco.
Blanca Meza expuso que debido a que el cáncer de mama se ha incrementado en México y el mundo, son las sobrevivientes de esta padecimiento quienes más lo están manifestando.
El tratamiento preventivo consiste en la terapia descongestiva compleja y el uso de mangas o medias de compresión, durante y después que las pacientes han presentado algún cáncer o tratamientos que afectan el flujo de la linfa para evitar que se acumule líquido.
“Estas mangas que usamos preventivamente tienen una presión muy bajita, pero ayuda a que las extremidades no se hinchen”, dijo. Las prendas tienen características muy especiales: son de algodón, de un punto más abierto, protegen del sudor que causa alergias y se pueden tolerar perfectamente en el calor. “El calor en las extremidades de las personas con linfedema está contraindicado”, subrayó.
En México hay varias empresas especializadas en distribuir prendas de comprensión para esta complicación. Se toman a medida del paciente y se confeccionan en Alemania. No las otorgan las instituciones de seguridad social, ni son financiadas por el Seguro Popular, lamentó.
“Ése es el problema que tenemos, que en el aspecto oncológico realmente no les dicen lo que necesitan los pacientes para la prevención de linfedema… En ninguna institución de salud dan este tipo de tratamientos y nosotros por eso conformación la Asociación para llegar tanto a médicos, como a pacientes e instituciones, para decirles que pueden prevenir”, compartió la entrevistada.
Añadió que es más económica la prevención que dar tratamiento cuando avanza la hinchazón de brazos o piernas y se hace ‘elefantiasis’, una complicación mayor que requiere un manejo especializado de drenaje linfático; ejercicios de rehabilitación y, en algunos casos hasta cirugía.
DOLOR
Normalmente los pacientes con linfedema empiezan a tener sensación de pesadez, perciben que sus brazos pesan más de lo normal, que no les caben las prendas que antes usaban, ni los anillos.
“Cuando empieza la hinchazón no hay dolor. Eso puede ser hasta cierto punto un inconveniente, porque las personas creen que como no duele no va a pasar nada. El linfedema se hace doloroso cuando ya está complicado, cuando el mismo líquido acumulado en el cuerpo está produciendo comprensión de los nervios o está causando un tipo de infección, porque es un caldo de cultivo debajo de la piel”, destacó Meza.
El linfedema no tiene cura. Es una condición como la diabetes y la hipertensión: para toda la vida. Por lo tanto la prevención es sumamente importante. Los pacientes deben acostumbrarse a un nuevo estilo de vida que significa varios cuidados, incluyendo el uso de prendas de comprensión, que deben ser muy bien seleccionadas, a la medida del paciente y con una compresión adecuada.
Claves
Linfedema y cáncer de mama
El cáncer de mama es el más frecuente en la mujer y primer causa de muerte por tumor maligno entre las mexicanas.
El tratamiento de cáncer de mama, en especial la resección quirúrgica de los ganglios linfáticos y la radioterapia, puede dañar el sistema linfático y producir una secuela: el linfedema.
El linfedema se manifiesta con la hinchazón de extremidades debida a la acumulación del líquido linfático debajo de la piel.
50% de las sobrevivientes de cáncer de mama presentarán esta secuela.
El tratamiento del linfedema es la terapia descongestiva compleja junto al uso de vendas, mangas o medias de compresión.
Este es un tratamiento preventivo e integral que debe seguirse durante y después de que las pacientes han presentado algún cáncer y/o tratamientos que afectan el flujo de la linfa.
Natación
Nadar debajo del agua, lenta y suavemente es muy recomendable. Eso produce un drenaje linfático que ayuda al paciente. El agua es como las vendas o las mangas de comprensión.
No se debe practicar el estilo crol al nadar, ni sacar las extremidades al aire porque cambia la presión atmosférica y tiene un riesgo mayor de inflamarse.
Fuente: Asociación Mexicana de Linfología y Linfedema A.C
Tras cáncer de mama, 50% de mujeres sufre linfedema
Se trata de la acumulación de líquido debajo de la piel de las extremidades, originado por el tratamiento para salvar su vida. Un problema desatendido por las instituciones de salud.
Guadalajara /