El gobernador Jaime Rodríguez Calderón admitió que la situación por la que atraviesan los penales de Nuevo León le quita el sueño.
Lo anterior luego de que por dos días consecutivos ocurrieran disturbios en el interior del Cereso de Cadereyta, mismos que dejaron reos heridos y víctimas mortales.
Tras asistir a un evento dirigido a jóvenes que encabezan el programa "Héroes por Nuevo León", el mandatario estatal señaló que lo que le quita el sueño es que los jóvenes no avancen en sus vidas y puedan llegar a convertirse en un reo más del penal.
"El ser gobernador es un orgullo, cierto, pero es un gran trabajo, anoche no dormí toda la noche. Tenemos un problema, los penales que nos están dando problemas, pero eso no importa el que me quite el sueño, me quita el sueño que alguno de ustedes no avance en su vida y luego se convierta en uno más que vaya a un penal", dijo.