El censo de personas desaparecidas que hacía la iglesia católica de las diócesis de Jalisco fracasó. El Cardenal de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, informó que no se pudo conformar la base de datos porque los familiares de las víctimas tienen miedo de aportar datos.
“Debo de decirles que esto ha sido una verdadera dificultad, no hay parroquia que tenga una lista completa, es decir, una lista acuciosa de todos los desaparecidos, porque sí, las personas, la familia siente que de alguna manera se ponen en evidencia y temen que otro miembro de la misma familia pueda sufrir lo que ya sufrió el desaparecido, o el que fue levantado, o ejecutado, entonces la gente por temor no quiere que sus nombres aparezcan”.
El purpurado señaló, que si bien no se pudo conformar el censo, los pocos datos que se lograron obtener sirvieron para establecer que en el municipio de Tala, se vive una situación alarmante de personas desaparecidas.
“Quiero decirles de un municipio en el que me dijeron que hay una lista para pedir por ellos, no una lista con nombres como de cuarenta desaparecidos, y es el municipio de Tala, pero me dijeron que están desaparecidos pero no dan sus nombres, no quieren que su nombre aparezca en una lista “x”, sencillamente es una lista para que se pida por ellos, pero me dijeron que esos son los nombres que se han dado, es decir, la petición de esas personas pero que son muchos más”, agregó el líder de la iglesia en Jalisco.
En septiembre del 2014, en el municipio de Tala, familiares de personas desaparecidas que radicaban en dicha población, realizaron una misa para pedir por ellos.
Los deudos reclamaron que las autoridades les dan largas para investigar cada uno de los casos.
GPE