Francisco Aparicio Reveles, bombero encargado de tomar reportes de emergencia en la estación Oriente, comparte que Gustavo Muñoz Alvarado, el bombero fallecido al momento de cortar palmas, era un jardinero diestro, le encantaba trabajar con la madera, tanto así que dejó un legado en el cuartel.
Se trata de un altar a la virgen de Guadalupe hecho en el tronco de una palma, que él mismo cortó y moldeó hace más de un año.
[OBJECT]“El compañero hizo ese altar, que ahora adorna la entrada al cuartel. Recuerdo que el casco amarillo de bombero que adorna el tronco, se lo regalaron luego de atender un incendio en la colonia Nueva California".
Con voz entrecortada y ojos llorosos, su compañero resalta que el altar está hecho con un tronco de palma.
"Es tan raro, como si él supiera la forma en que iba a morir, nos dejó su legado en ese altar a la virgen de Guadalupe, desde su partida, se ha convertido en un símbolo para todos los bomberos".
Compartió que fue él mismo quien colocó los escudos del cuerpo de bomberos de Torreón, le adaptó focos al tronco e hizo el altar, el cual es ahora el legado de su trabajo.
“Era alegre, bromista, le gustaba cantar, cocinar. Era un gran atleta, le gustaba hacer ejercicio, siempre fue un ejemplo e inspiración para todos, la mayor característica que tenía era ser valiente”, concluyó.
rcm