El líder nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, no pudo volar a Monterrey para tomarle la protesta a Pedro Pablo Treviño como nuevo dirigente estatal del PRI. Las que sí volaron fueron las sillas, vasos y hasta extintores en el salón del hotel donde sería el acto oficial.
La tarde de este martes, elementos de diversas corporaciones de seguridad y de rescate se dieron cita en las inmediaciones del hotel Crowne Plaza, en el centro de Monterrey, ante el reporte de una riña con personas lesionadas en el interior.
El primer elemento del conflicto arribó al sitio tres horas antes de la toma de protesta, cuando integrantes de los mercados rodantes y comerciantes unidos, representados por el secretario general, Emilio Pérez de Luna, arribaron al Crowne Plaza.
El detonante llegó poco antes de las 17:00, cuando un grupo de cetemistas, representados por la lideresa Bertha Tovar, habría intentado despojarlos de los lugares donde ya estaban colocados.
Comenzaron los forcejeos, siguió el intercambio de golpes y luego las agresiones con sillas voladoras que dejaron como saldo 11 personas lesionadas y una más detenida, según reportes de paramédicos que atendieron a los heridos en el zafarrancho.
Así, el evento se salió de control por algunos minutos, que fueron suficientes para que el Ejército, Fuerza Civil, Policía de Monterrey, Protección Civil del Estado y Municipal se hicieran presentes en la celebración priista.
Quién retomó el mando del acto político de manera forzada fue Carlos Barona, líder estatal de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), sin embargo, descartó inmediatamente que el nombramiento de Pedro Pablo Treviño, quien en ese momento esperaba en el aeropuerto la llegada de los dirigentes nacionales, se fuera a cancelar por los disturbios.
“Me informan que fueron un par de grupos que no estuvieron de acuerdo con algunas situaciones de acomodo y de organización, y bueno, no se pusieron de acuerdo y entre ellos hubo conatos de pleitos, ya la policía resguardó y ordenó el lugar donde estamos.
“No me tocó estar en el momento, sin embargo, sigue llegando la gente y aquí estamos. Yo te aseguró que los priistas vamos a estar en la toma de protesta de Pedro Pablo Treviño, los que no están aquí y que hicieron bronca y pleito seguramente no eran ni priistas”, declaró Barona.
Entre las versiones que circularon en el recinto se dijo que los orquestadores del pleito eran gente de Bertha Tovar, pero también se mencionó que el grupo de Pérez de Luna acudió desde temprana hora para reventar a propósito el evento, tras mostrar un supuesto disgusto con el cambio de dirigencia, ya que ellos presuntamente simpatizan con Abel Guerra y el grupo de Escobedo.
Así, tras casi media hora de trifulca, elementos de la Policía de Monterrey, Fuerza Civil y Policía Militar resguardaron y acordonaron el perímetro de los accesos principales al hotel.
Una vez controlada la situación, la Policía de Monterrey se colocó sobre la entrada que está en la calle Escobedo e impidió el acceso a la militancia para evitar nuevos conatos de pelea.
El evento se tuvo que retrasar casi 45 minutos, ya que estaba programado para las 18:00, pero fue realizado como si nada hubiera pasado, ya que Claudia Ruiz Massieu, la secretaria general del CEN que tomó la protesta a Pedro Pablo Treviño y Lorena de la Garza, con los alcaldes priistas como testigos, no dejaron de sonreír durante el acto político.
Antes de irse, el nuevo líder estatal fue abordado por la alcaldesa de Escobedo, Clara Luz Flores Carrales, quien se deslindó de los grupos que protagonizaron el zafarrancho.
