El obispo de Torreón, José Guadalupe Galván Galindo, pidió a las familias aprovechar la temporada para orar y fomentar la paz entre sus integrantes, esto si se quiere tener una sociedad más respetuosa capaz de interactuar con tranquilidad.
Y es que no se puede dejar todo el trabajo a las autoridades, pues los padres deben concientizar a sus hijos para que vean en las actividades productivas una forma de desarrollo, a fin de que no se sientan atraídos por las actividades ilícitas que generan violencia, dijo.
El núcleo familiar, sostuvo, es la base para que los niños y jóvenes se propongan metas y las logren, para que de esa manera se vayan por un camino positivo y no caigan en malos hábitos.[OBJECT]
Insistió que el fin del año debe servir para reflexionar sobre lo que se ha hecho mal y cambiar la actitud para que las malas experiencias funcionen como áreas de oportunidad, en la casa, en el trabajo, en la escuela y con los demás.
"La navidad es tiempo de alegría, de esperanza, de paz, por eso mis mejores deseos para que esa paz llegue a todas las familias y de las familias se comunique esa esperanza y esa paz a toda la sociedad lagunera", externó.
Enfatizó que los gobiernos no pueden encargarse de todas las problemáticas sociales y solos son incapaces, de ahí la importancia de aportar desde el hogar educando a los hijos.
Galván Galindo mencionó que un joven con educación y ejemplos claros de respeto, superación y trabajo, tiende a ser una persona productiva y exitosa.
Sin embargo, señaló, si los padres no fomentan lo anterior, los hijos pudieran sufrir el peligro de desviarse en el camino y propiciar problemas a la sociedad.