Este jueves fueron sepultados los peregrinos originarios de San Antonio Mihuacan que murieron el lunes pasado en la autopista México-Puebla, después de una misa en la iglesia de la comunidad en donde los despidieron sus amigos y familiares.
Los primeros en ser llevados al panteón de la población fueron los menores de edad quienes acompañados con música y porras fueron despedidos en medio del dolor.
Cientos de pobladores acompañaron a los familiares de las personas fallecidas hasta el panteón para darle el último adiós.
En su mensaje, el párroco Marco Antonio García, expresó que la muerte de los ocho creyentes, pertenecientes a la localidad, se convirtió en un hecho triste que embarga a toda la comunidad.