Los vaivenes de la economía en México afectan a las iglesias en la Arquidiócesis de Durango, pero no es un problema que se resienta o que impida que se lleven las acciones de evangelización, dijo el Arzobispo José Antonio Fernández Hurtado.
Comentó que a pesar el panorama adverso, los fieles en las más de 100 lugares de fe, entregan un pollo o lo que tengan a la mano para la manutención de los padres.
Explicó que no cuenta en este momento con una cifra sobre lo que he bajado del diezmo, pues es una colecta anual y hasta diciembre se sabrá el impacto real en las percepciones de la Arquidiócesis.
Fernández Hurtado comentó que hasta en las iglesias más alejadas y en las zonas pobres de la entidad, se tiene el cuidado de los pastores que les imparten la doctrina católica en las comunidades.