La Procuraduría General de la República (PGR) documentó que policías municipales de Huitzuco, Guerrero, sí estuvieron presentes en Iguala la noche del 26 de septiembre de 2014, fecha en que desaparecieron 43 normalistas de Ayotzinapa y cuya búsqueda de posibles restos humanos se realizará en al menos 40 sitios de la región, incluido Cocula, una vez que los padres de las víctimas acepten acompañar a las autoridades encargadas del caso, que además cuentan con el apoyo del FBI.
Funcionarios del gobierno federal revelaron que la presencia de los oficiales de Huitzuco se desprende del rastreo realizado a los teléfonos celulares de los uniformados; se sabe que esos policías regresaron a su localidad una vez que concluyó el ataque contra los estudiantes, el 27 de septiembre de ese año.
Indicaron que la PGR también cuenta con información en el sentido de que varios teléfonos móviles de los normalistas desaparecidos continuaron activos por semanas y hasta meses.
La primera parte de la indagatoria de la PGR, durante la gestión del procurador Jesús Murillo Karam, señala que los estudiantes fueron ejecutados, sus cuerpos calcinados en el basurero de Cocula y los restos lanzados al río San Juan.
El 14 de abril de este año la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) solicitó a la PGR indagar una nueva línea sobre la desaparición de los normalistas, en la que se presume que policías de Huitzuco y dos elementos de la Policía Federal pudieron haber participado en estos sucesos.
Lo anterior derivó de la declaración de un chofer de la empresa Estrella de Oro, testigo con identidad reservada con las iniciales G.J.R., quien cambió su versión ante el Ministerio Público federal un año después.
El 6 de septiembre de 2015 el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ya había solicitado a la Policía Federal y a la PGR investigar a la corporación de Huitzuco, “por si hubiese participado en los hechos”, pero los expertos nunca mencionaron a los agentes federales.
Ahora, los funcionarios del gobierno federal dijeron que la PGR interrogó, de julio a septiembre de este año, a más de 100 personas, entre ellos a presidentes municipales y policías.
Ante el Ministerio Público federal los uniformados de Huitzuco rechazaron haber tenido participación en el ataque contra los normalistas; sin embargo, sus teléfonos celulares demuestran lo contrario, porque el rastreo los ubica en Iguala en el momento en que ocurrió el ataque contra los estudiantes. Hasta el momento, no se ha detenido a ninguno.
Puntualizaron que en este caso, la PGR ha analizado más de mil números telefónicos y revisado más de siete mil sábanas (registros telefónicos).
APOYO DE EU
En la pesquisa participa personal del FBI; a petición de la PGR, revisan videos de cámaras de seguridad de edificios públicos de Iguala, entre ellos, las del palacio municipal, que captaron el ataque contra los normalistas por parte de policías locales.
Los estadunidenses, agregaron los servidores públicos, también asisten en la interpretación de las imágenes recabadas por aeronaves que utilizan el sistema LiDAR, que es usado para rastrear fosas clandestinas en diversos puntos de Iguala y Cocula donde pudieron ser arrojados los restos de los normalistas.
Esta tecnología se ha empleado en cinco lugares que propuso el GIEI como parte de su pliego de 491 puntos que, según los expertos, se deben llevar a cabo para profundizar en la investigación.
El LiDAR se aplicó particularmente en la barranca conocida como La Carnicería, en Cocula, así como el ejido Tijeritas, en Iguala.
NUEVOS PUNTOS
Los funcionarios explicaron que se tienen detectados 40 nuevos sitios de búsqueda de fosas clandestinas, en los que se tratará de determinar si hay restos de los estudiantes; sin embargo, destacaron que en el afán de transparentar las diligencias, es indispensable que acompañe a las autoridades los padres de familia y sus representantes legales.
Señalaron que “no hay límites” en esta investigación, en la que se han abordado todas las líneas posibles, aunque precisaron que ahora la ciencia es un factor fundamental para intentar esclarecer los hechos.
QUINTO AUTOBÚS
El 6 de septiembre de 2015 el GIEI solicitó a la PGR abundar en la línea de investigación que de Iguala a Chicago se traslada droga a bordo de autobuses, “lo que podría haber llevado a la respuesta violenta contra los normalistas”.
Los expertos dieron a conocer que el día en que desaparecieron los estudiantes otro grupo de jóvenes viajaba en un quinto autobús, quienes fueron llevados a una casa de seguridad, línea que no investigó la PGR.