Más Política

Los oráculos panistas sueñan con Los Pinos

En un reluciente 'lounge' colgaban dos mantas, como si hubieran sido redactadas por videntes azules.

Andaban muy festivas las huestes de Gustavo Madero. En la recién inaugurada plazoleta concebida en honor a Luis H. Álvarez, ahí, en la sede nacional del PAN, hacían preparativos para festejar la reelección de su líder nacional. Acondicionaban el lugar con mesitas y bancos muy altos, tipo lounge, con matices de diseño industrial. Era el maderista lounge azul adornado con un busto del viejo panista: "Don Luis", se leía a secas al pie de la figura.

Figuras. Figuras de renombre no había muchas en la nueva toma de protesta de Madero. Solo Luis Felipe Bravo Mena. Acaso Gonzalo Altamirano Dimas. José González Morfín, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Jorge Luis Preciado, líder de los panistas en el Senado. Ningún blanquiazul de la vieja guardia. Ningún panista de antigua cepa. Vaya, ni Santiago Creel, quien forma parte del nuevo Comité Ejecutivo Nacional, y que no estuvo presente donde tenía que haber estado: en su propia toma de protesta.

"Tenía un negocio pendiente", justificaba uno de sus cercanos.

"Tuvo un viaje al extranjero, y ya no podíamos esperar", explicaba el mismísimo Madero, quien, eso sí, presumía que un día antes había iniciado la llamada operación cicatriz con su principal opositor: finalmente habló con su contrincante, Ernesto Cordero.

—¿Y quién le llamó a quién? —le preguntó MILENIO,luego de que diera una conferencia de prensa posterior a su segunda asunción. Madero daba apretones de mano a sus seguidores, posaba para las numerosas selfies que le solicitaban en los pasillos.

—Este, los dos, los dos nos hablamos al mismo tiempo —respondía en tono políticamente correcto. Pero no había sido así. No existió tal cosa: que ambos personajes teclearan simultáneamente sus teléfonos móviles.

—Cordero fue el que llamó ayer —confiaba el ex gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame, miembro de la planilla maderista, junto al joven diputado Ricardo Anaya, Isaías Cortés, Teresa Jiménez, Blanca Jiménez, Loreto Quintero y Teresa Lizárraga.

—Se tardó, ¿no? —se le comentó en alusión a los tres días que tuvieron que pasar para que Cordero llamara para felicitar a Madero.

—Bueno, sí —sonreía y se encogía de hombros, en un intento de sepultar ya el tema de las disputas electorales.

Y es que a los maderistas lo que les urgía ya era festejar. Y soñar. En el patio "Don Luis", en su reluciente lounge, colgaban dos enormes mantas soñadoras, como si hubieran sido redactadas por videntes azules:

"2018. Presidencia de la República. Un panista regresa a Los Pinos".

Eso es lo que se leía en una enorme lona que hacía las veces de oráculo escrito. Y en otra, se leía: "2015. El Congreso. Tenemos la mayoría en el Congreso y somos la mayor fuerza política del país".

Soñaban. Ahí se quedaban soñando con sus visiones Madero y los suyos. Ahí se quedaban en su lounge, leyendo una y otra vez sus lonas redactadas por sus oráculos azules.

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.