El arzobispo emérito Norberto Rivera dijo sentirse satisfecho por "no haber permanecido mudo ante la violación de los derechos humanos y divinos".
En una carta donde Rivera Carrera informó que el papa Francisco aceptó su renuncia y dio la bienvenida a su sucesor, Carlos Aguiar Retes, el cardenal pidió perdón a Dios por sus "debilidades, omisiones" y a quien haya ofendido.
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"Me llevo la satisfacción de no haber permanecido mudo ante la violación de los derechos humanos y divinos de mi madre la Iglesia. Lamento si, por mi posición firme, alguien se sintió ofendido y lastimado, y una vez más pido humildemente perdón a quien, aún sin querer, haya ofendido".

Deseó "de todo corazón" a Carlos Aguiar Retes que su ministerio episcopal sea fructífero.
AA