Por primera vez en la historia, las trabajadoras del hogar podrán firmar contratos en los que se establezcan sus responsabilidades y las de sus patrones, además de sus derechos laborales como Seguro Social, jornadas en apego a la ley, pago de horas extras, jubilación, vacaciones, aguinaldo y días de descanso.
El Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadores del Hogar, a través del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), alcanzó el acuerdo al formalizar las firmas de contratos laborales para que sean reconocidas como cualquier otro empleo, en la presentación del contrato colectivo, realizado en las instalaciones del consejo (CdMx).
En el país suman más de 2.3 millones de personas que se dedican al trabajo del hogar, de acuerdo con las cifras de la Encuesta de Ocupación y Empleo 2016 del Inegi.
El 95 por ciento son mujeres, de las cuales 74.9 por ciento percibe dos salarios mínimos o menos y 96 por ciento no cuenta con un contrato que establezca sus derechos y obligaciones.
Además, solo 19.5 por ciento cuenta con afiliación al Seguro Social, 65 por ciento no tiene vacaciones, 57.9 no puede ir a la escuela, 46.5 no recibe aguinaldo y 44.7 ni siquiera tiene un sueldo fijo.
“En 2014, una de cada 10 personas no estaba de acuerdo que las trabajadoras tuvieran derecho a fondos para el retiro o contratos escritos. Estos estereotipos han permitido que persista esta situación por décadas, porque tenemos 100 años de retraso en este tema.
“La Secretaría del Trabajo sigue permitiendo que las empleadas domésticas tengan una jornada laboral más larga que el resto de la gente o avala que la ley del Seguro Social las excluya de un régimen que cubre y protege a los trabajadores del país”, detalló Alexandra Haas, presidenta del Conapred.
Con la firma de los contratos también se establecen cuatro categorías base que determinan sus sueldos, jornadas y responsabilidades.
La primera categoría contempla un sueldo diario de 250 pesos para quienes hacen limpieza general y compras del hogar.
La segunda incluye además de las responsabilidades de la categoría 1, lavar, planchar y cuidar personas y/o animales por un sueldo de 350 pesos al día.
La categoría tres engloba a las dos anteriores y suma a las trabajadoras que además dan asistencia a enfermos, de la tercera edad o personas con discapacidad, por un sueldo de 450 pesos.
La cuarta categoría contempla el pago de 550 pesos diarios si se realizan todas las actividades anteriores, se preparan alimentos de alta cocina y se cuidan a menores de edad. Todos los niveles contemplan un aumento salarial anual de 5 por ciento.
“Buscamos además erradicar los términos despectivos, el acoso sexual y cualquier tipo de discriminación. Ha sido una lucha constante y difícil, pero hoy podemos decir que lo estamos logrando.
“El reto es sumar a todos los estados para que las trabajadoras del hogar conozcan sus derechos y los hagan valer”, detalló Marcelina Bautista, presidenta del sindicado que logró su conformación en agosto de 2015.
Actualmente suman 500 trabajadoras las que integran el sindicato que incluye a Puebla, Colima, Chiapas, Estado de México y la capital del país, entidades donde es obligatorio para los patrones contratar a las empleadas domésticas bajo este tipo de contratos.
El reto es expandir el sindicato al resto de estados y que se reconozcan sus derechos laborales.
“No por ello van a desemplearse, siempre han sido desempleadas. Hoy tienen un día de trabajo, dos o tres; lo más importante es conocer qué dice el contrato.
“No es nuestra intención estar demandando, porque necesitamos establecer una relación en la que se respeten los derechos de ambas partes”, agregó Bautista.
En el acto participaron Ana Güezmes, representante de ONU Mujeres en México; María José Chamorro, de la Organización Internacional del Trabajo; Ximena Andion, titular del Instituto Simone de Beauvoir, y Marcela Azuela, de Hogar Justo Hogar, además de representantes del Comité Ejecutivo del sindicato de empleadas domésticas.