El presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Francisco Martínez Neri, llamó a dar una respuesta firme y frontal a las agresiones de la delincuencia contra el Ejército mexicano, con el fin de evitar el "envalentonamiento" de las organizaciones criminales.
Alrededor de 60 sicarios emboscaron el pasado viernes a un convoy militar en Culiacán, con un saldo de cinco soldados muertos y diez heridos, con lo cual suman ya 76 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional abatidos durante los cuatro años de la actual administración.
Martínez Neri manifestó su preocupación por el desafío del crimen organizado a las Fuerzas Armadas y confió en que los responsables de los ataques al personal castrense sean llevados a la brevedad ante la justicia.
Entrevistado en el Palacio de San Lázaro, el también coordinador de los diputados federales del PRD sostuvo que la respuesta a los grupos delictivos debe ser firme, con base en la inteligencia, pero sin incurrir en excesos ni afectar a personas ajenas a los hechos.
"Tiene que ser una respuesta firme, bien ideada, con la utilización de las inteligencias, porque de otra manera va a haber aquí, si no se combate de esa manera, va a haber un envalentonamiento de estas personas y desde luego podríamos esperar cosas peores más adelante", puntualizó.
Por separado, el legislador Manuel Espino, secretario de las comisiones de Defensa Nacional y Seguridad Pública de la Cámara de Diputados, urgió a "blindar" al Ejército y a la Marina con un marco legal que regule su participación en las tareas de seguridad pública y seguridad nacional.
"Este incidente reciente de cinco militares ejecutados, en cumplimiento de su deber, debe ser un llamado de urgencia al Estado mexicano para resolver desde el Congreso esta vulnerabilidad que hoy afecta a nuestras instituciones", remarcó el diputado de Movimiento Ciudadano.
Espino llamó, sin embargo, a evitar acciones de fuerza, pues la declaración de guerra al crimen organizado a finales de 2000 fue a su juicio un error y la preservación de la seguridad no depende del uso indiscriminado o desproporcionado de las fuerzas armadas.
"No es con más armas, no es con más soldados ni con más tecnología, sino con más desarrollo humano como se pueden desactivar las amenazas a la seguridad", dijo.