La Arquidiócesis de México aseguró que los obispos mexicanos "no viven una vida de príncipes" sino de acompañamiento al prójimo, lamentablemente "existe la mano de la discordia" que intentó señalar que el papa Francisco regañó a la jerarquía católica y trató de demeritar su trabajo.
En el editorial "Un Episcopado a la Altura" del semanario Desde la Fe se menciona que durante el encuentro con los obispos mexicanos el pasado 13 de febrero, el pontífice enunció aspectos urgentes que los obispos deben observar para bien de los católicos y les advirtió de los riesgos que afrontan los obispos en el país ante el secularismo: opacidad, adormecimiento, distanciamiento, frialdad, clericalismo, autorreferencia, triunfalismo estéril y la oscuridad que puede eclipsar la luz del evangelio.
El pontífice, agrega el texto, tiene muy claras estas realidades, y sabe que los obispos mexicanos han sabido alentar a los católicos para afrontarlas, mostrando un sentido de solidaridad espontánea y extraordinaria hacia ellos.
El editorial señala que fue la frase "pelear como hombres", la que repercutió entre los comunicadores – empujados más por el histrionismo mediático que por el profundo significado de las palabras– como de un fuerte regaño a los pastores.
"La frase debe entenderse como la solícita urgencia para actuar con audacia evangélica ante las propuestas alienantes que quieren arrinconar a la Iglesia. Mientras otras instituciones han fallado en el cuidado y procuración del bien común, los obispos mexicanos han venido acompañando al pueblo sufriente y apaleado, haciendo una vida de entrega al prójimo y no de "príncipes", dice el semanario Desde la Fe.
"En su visita a México, Francisco dio cuenta de un Colegio Episcopal que responde cercano a la realidad del pueblo sometido por la cultura de la muerte y del descarte", agrega.
