El legislador perredista Silvano Aureoles ofreció mantener como presidente de la Cámara de Diputados una relación institucional y respetuosa con el titular del Ejecutivo, Enrique Peña Nieto, sin renunciar a la posición crítica de su partido, ni asumir una actitud colaboracionista.
"En los momentos más críticos, más convulsionados, yo he buscado tener una interlocución respetuosa, distinta al colaboracionismo o actitudes de otra naturaleza, sino respetuosa, y creo que eso nos ha permitido transitar y construir en los momentos más críticos, porque la responsabilidad es muy grande y no se puede jugar con eso", puntualizó.
Aureoles dio por hecho que el pleno de la Cámara de Diputados lo elegirá el próximo jueves como su presidente y remarcó, en ese contexto, que asistirá con esa representación y sin tabúes ni miedos a todos los actos institucionales en los cuales deba estar presente.
En conferencia de prensa, el legislador michoacano reconoció que su designación como candidato a la presidencia de la Mesa Directiva en el Palacio de San Lázaro no fue solo producto de los acuerdos internos del PRD, sino también de los consensos con las fracciones mayoritarias del PRI y el PAN.
Recordó que la elección del diputado presidente exige dos terceras partes de la votación en el pleno, lo cual requiere a su vez del respaldo de priistas y panistas.
"La propia compañera Aleida (Alavez), en una actitud madura y de mucha responsabilidad dijo sí tengo aspiración a presidir la Cámara de Diputados, pero no a costa de lo que sea: es más importante que el PRD construya una propuesta que le permita presidir la Cámara de Diputados y eso tiene un valor muy significativo en lo político, moral y ético, así como un compromiso con el PRD y con la izquierda", detalló Aureoles.
Por separado, el nuevo coordinador perredista Miguel Alonso Raya cuestionó los actos faraónicos y extraoficiales que la Presidencia de la República organiza año con año con motivo de la entrega de los informes de gobierno al Congreso de la Unión.
Sostuvo que el único acto oficial debiera ser la rendición de cuentas del Presidente de la República ante el Poder Legislativo.