"La delincuencia se fortaleció por estar en contubernio con los gobiernos estatales", refirió el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo.
Esto, luego de que el encargado de la tenencia de Felipe Carrillo Puerto, Mario Padilla Adame, pidiera mucho más apoyo por parte del gobierno estatal.
“No nos deje solos, estamos confiando en que usted va a traer la paz a este municipio, necesitamos atención urgente”, urgió el representante. En dicho momento, el funcionario destacó la presencia del exlíder de las autodefensas, Hipólito Mora, y señaló que gracias a él las cosas mejoraron en su momento pero ahora ha empeorado.
El gobernador reiteró que esto es culpa de "otras administraciones" en las que se dejaba de lado la seguridad colectiva por involucrarse con miembros de la delincuencia organizada.
No detalló si se refería al gobierno priista de Fausto Vallejo, o los perredistas –del mismo partido de Aureoles– de Leonel Godoy o Lázaro Cárdenas Batel.
"Con estos dichos no puedo más que coincidir con lo que aquí se ha expresado; hemos platicado con Hipólito y tampoco es el camino que haya gente armada porque eso es asunto del gobierno", dijo.
El evento de mayor escala en la historia reciente de violencia en Michoacán es el derribo de un helicóptero estatal esta semana por el fuego de un rifle de alto poder Barret calibre 50., en el que murieron cuatro policías y un piloto en la región de La Huacana, no muy lejos de La Ruana.
Aureoles manifestó que se buscará que el actual gobierno de respuesta a la demanda social de paz en el estado.
"Esto debe ser de inmediato, tenemos que actuar; es indignante, vamos a trabajar y a cambiar a La Ruana, empezando por los servicios de educación y de salud", dijo.
Un botón de muestra sobre la violencia cotidiana en La Ruana se dio precisamente esta sábado, donde una pareja de adolescentes fue ejecutada por pistoleros en una disco.
ERM
