Al igual que sucedió en Tetelcingo, el año pasado, la exhumación de las fosas irregulares ubicadas en el panteón de la colonia Pedro Amaro, ha atraído a decenas de organizaciones y familiares de víctimas que permanecerán en la localidad de Morelos hasta el fin de semana.
Provenientes de Veracruz, Tamaulipas, Guerrero, Puebla y otros estados, madres, padres y hermanos de jóvenes o adultos desaparecidos quieren ser testigos de los trabajos de excavación e inhumación de cuerpos iniciada este martes, y que se prolongará hasta el fin de semana.
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De acuerdo con documentos oficiales, en las fosas de Jojutla, se esperan recuperar 38 cuerpos, sin embargo, otra versiones indican que al interior de la tierra existen 35 cuerpos.
En 2014, el Ayuntamiento de Jojutla dio su aprobación para que en un terreno cedido por la misma autoridad, se sepultaran decenas de cadáveres que no habían sido reclamados desde 2012 y 2013. Para ello, la autoridad municipal no sólo dio permisos, condonó pagos, cedió terreno, pero también otorgó tablas para acomodar los cuerpos.
Aquí, en Jojutla, a diferencia de Tetelcingo ubicado en el municipio de Cuautla, no son 118 cadáveres, sin embargo, la cooperación y esperanza de decenas de familiares y organizaciones como Eslabones y Regresando a Casa-Morelos, se mantiene en espera por si en estas fosas pueden encontrar al familiar desaparecido.
Tranquilina Hernández Lagunas integrante de ‘Regresando a Casa-Morelos’ y madre de Mireya Montiel Hernández, quien desapareció en Cuernavaca en 2014, aseguró que la esperanza de encontrar algún indicio sobre su hija se acrecenta, no obstante, para ella y otras organizaciones, la búsqueda individual se ha tornado en una solidaridad colectiva, donde lo que importa es encontrar a todos los desaparecidos.
En entrevista, Tranquilina refirió que está búsqueda colectiva es como “si hubiéramos adoptado a los desaparecidos”, yo no sólo es localizar a mi hija. Es encontrar a todos, acotó.
Por su parte, Ana Francisca Rayas, de “Eslabones” viene a Jojutla desde la ciudad de Monterrey, Nuevo León, y aunque también busca a su hija, desaparecida de su propia casa -hace 9 años- viajó hasta a Morelos para solidarizarse con los familiares, apoyar la lucha y la búsqueda, hasta que culminen los trabajos de exhumación.
“La hemos buscado en Tijuana, Tamaulipas, Guadalajara, Puebla y otros estados, y ahora vamos a Quintana Roo”, apuntó, y aún cuando su hija desapareció desde hace nueve años, y no cree que haya fallecido, se encuentra en Morelos para apoyar a las familias que tienen la esperanza de que en exhumaciones como esta, puedan encontrar la tranquilidad de saber dónde está su familiar.
nerc