El ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, se suma a la lista de funcionarios federales que llegan a los reclusorios capitalinos.
Son personajes de la política que hoy viven en una celda, con vigilancia especial, actividades y trato preferencial, bajo el único propósito de garantizar su seguridad.
Las cárceles de Ciudad de México son consideradas de mediana seguridad y aun así, los ex gobernadores de Tabasco, Andrés Granier; y de Sonora, Guillermo Padrés, permanecerán ahí lo que dure su proceso penal.
En el caso de la ex dirigente del SNTE, Elba Ester Gordillo, su precario estado de salud la mantiene internada en un hospital privado, pero bajo la custodia de autoridades capitalinas.
Diariamente un equipo de al menos cuatro elementos de seguridad penitenciaria se desplaza al sanatorio en la colonia Roma, para mantener un control de visitas y evitar que la ex lideresa se evada.
Granier permanece en la Torre Médica de Tepepan bajo el pretexto de ser vigilado por especialistas y al mismo tiempo pueda recibir a sus familiares todos los días y estar así alejado de la población penitenciaria.
Por lo que hace a Padrés convive con pocos internos en el Reclusorio Varonil Oriente, donde transcurre su vida en medio de libros que le hace llegar su familia.
Actualmente en el sistema penitenciario capitalino hay 3 mil 345 reos acusados de delitos del orden federal.
Lo anterior a pesar de que existe un acuerdo entre el gobierno capitalino y las autoridades federales para evitar el ingreso de estos internos al considerar un riesgo institucional su estancia en las cárceles capitalinas.
Duarte fue asignado a la estancia uno de la zona uno del área de ingreso del Reclusorio Preventivo Norte, donde es vigilado por custodios y a través de videocámaras de seguridad.
