Las campañas para evitar que los jóvenes conduzcan bajo el influjo del alcohol o enervantes implementada por las autoridades es fallida, pues el mensaje no es el adecuado para permear en este sector y tampoco son empleadas las vías de comunicación adecuadas, lo que lleva a los adolescentes a ignorar las disposiciones que parecen autoritarias, como es el caso de los operativos alcoholímetro, consideró Sara Isabel García López, maestra en Administración con especialidad en Mercadotecnia por el Tecnológico de Monterrey campus Toluca.
Explicó que las autoridades no se asesoran con los especialistas adecuados que conocen el mecanismo, el lenguaje y la vía correcta para tener el alcance previsto e influir en las nuevas generaciones con la finalidad de evitar casos fatídicos como el último ocurrido en Reforma, donde perdieron la vida cuatro personas a bordo de un BMW y hay cinco familias en duelo, al ser juzgado el conductor por homicidio.
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"Hacen uso de campañas que infunden temor o aluden al miedo, en ellas se expone una situación como tragedia, como fue la que empleó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) hace años con un huevo que bebía y en el momento de colisionar se partía en pedazos"; sin embargo, los estudios demuestran que a las nuevas generaciones mientras más les niegues algo, será más la curiosidad.
"En otros países lo que pretenden es ser disuasivos aludiendo a mecanismos de prevención, más que presentar los hechos de forma fatídica por todos conocidos. Por ejemplo, Dumb Ways to Die presenta las mil formas en que una persona puede morir, incluyendo el metro, tranvía, hasta aspectos inverosímiles, que generó educación entre los usuarios, como no rebasar la línea de seguridad en el subterráneo".
La también doctora en Economía y Dirección de Empresas en la Universidad de Deusto, precisó que hacen falta acciones contundentes en cuanto a programas se refiere, como ocurrió con el cigarro.
MCLV