El gobierno federal anunció la detención de Iván Cazarín Molina, identificado como el segundo al mando del cártel de Jalisco Nueva Generación, y quien presuntamente participó en el ataque a un helicóptero militar el pasado 1 de mayo.
Además, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) negó un amparo al narcotraficante Rafael Caro Quintero, quien buscaba invalidar la sentencia de 40 años de prisión dictada en su contra en enero pasado por el asesinato de Enrique Camarena Salazar, agente de la DEA, ocurrido en 1985.
En conferencia de prensa, el comisionado general de la Policía Federal, Enrique Galindo, destacó que la captura de Cazarín Molina fue posible gracias a los trabajos coordinados entre las dependencias de seguridad federal y no se realizó ningún disparo.
Detalló que el sujeto es identificado como un informante directo del líder absoluto del cártel de Jalisco, Nemesio Oseguera, El Mencho, y estaba dentro de la lista de los objetivos prioritarios del gobierno federal.
Cazarín Molina estableció sus operaciones en la zona metropolitana de Guadalajara. Se encuentra relacionado con al menos siete averiguaciones previas por distintos ilícitos de orden federal, como delitos contra la salud, extracción ilegal de hidrocarburos, secuestro y homicidio.
Además, se investiga su probable participación en el ataque contra un helicóptero militar ocurrido el primero de mayo de 2015, en el municipio de Villa Purificación, Jalisco. Ese día se reportó que el derribo de la nave había dejado tres militares muertos, tres desaparecidos y 10 heridos, así como dos policías federales lesionados.
Sin embargo, días después las autoridades confirmaron que los desaparecidos habían sido hallados muertos.
Además tres de los 12 lesionados fallecieron, por lo que el saldo final fue de nueve decesos, entre ellos el de una policía federal.
Galindo abundó que la detención de Cazarín Molina ocurrió la madrugada del miércoles en un domicilio de la colonia Hacienda la Candelaria, del municipio de Tlajomulco de Zúñiga.
Desde esta casa presumiblemente controlaban sus actividades ilícitas que realizaban en el día y durante las noches la empleaban para fiestas.
El funcionario indicó que junto con Iván Cazarín Molina o Víctor Hugo Delgado Rentería, de 31 años, fueron detenidos Marco Antonio Rocha García y Yahir Martínez Mora, ambos de 19, así como Rafael Ortega Aquino, de 31.
Señaló que a los detenidos les fueron aseguradas cinco armas largas, cuatro cortas, un paquete con polvo blanco con las características propias de la cocaína, así como cuatro vehículos y diversos equipos de comunicación.
Los sujetos fueron trasladados a la Ciudad de México para quedar a disposición de la Subprocuraduría Especializada en Investigación contra Delincuencia Organizada.
REVÉS A CARO
Mientras, la Primera Sala de la SCJN negó un amparo al capo, quien alegó violaciones al debido proceso, dilación de la justicia y que los seis testigos que declararon en su contra fueron torturados.
José Ramón Cossío Díaz fue el único de los cinco ministros que se pronunció a favor de conceder el amparo al ex líder del cártel de Guadalajara, pues dijo que existió dilación de la justicia y que debía ser tomada en cuenta la tortura que supuestamente sufrieron los testigos.
Al negar el amparo, puntualizó Cossío, se estarían violentando criterios dictados en otras sentencias por la Sala y por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Sin embargo, el ministro ponente Arturo Zaldívar Lelo de Larrea propuso negar el amparo y reviró diciendo que el proyecto tomó como bases criterios dictados por el propio Cossío en otros juicios, así como de otras sentencias.
Respecto a la petición de amparo solicitado por el capo para no ser extraditado a EU, la Sala determinó devolver el asunto al Tribunal Colegiado.
El 16 de enero del presente año, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito sentenció al narcotraficante, lo mismo que a Ernesto Fonseca Carrillo, por el homicidio del agente de la DEA y del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, en Guadalajara.
El 9 de agosto de 2013, tras 28 años de estar preso, Caro Quintero abandonó el Reclusorio Preventivo de Puente Grande, Jalisco, ya que se le concedió un amparo.