Tendrá una gran prueba el superlíder Cruz Azul el próximo domingo, cuando se enfrente en Torreón al campeón Santos Laguna.
Completadas seis jornadas del torneo el equipo que dirige Pedro Caixinha luce verdaderamente fuerte: muy sólido en defensa, con un solo gol en contra, y con un muy buen nivel ofensivo pues aunque ha ganado con lo justo a Chivas, Tigres y Toluca, muestra un volumen de llegadas bastante atractivo.
Coinciden todos quienes han revisado el juego de los cruzazulinos, en que el factor clave del buen rendimiento inicial del equipo es el medio campo y particularmente la llegada y extraordinaria adaptación del argentino Iván Marcone.
Desde ese sector de la cancha es que el Cruz Azul ha encontrado equilibrio. Marcone está haciendo una extraordinaria pareja con Rafael Baca, y tienen en Javier Salas a un muy buen relevo.
La media cancha se complementa con elementos de clara vocación ofensiva: Elías Hernández y el juvenil Roberto Alvarado. El español Édgar Méndez también. Pero además aparecen el argentino Walter Montoya y al ecuatoriano Ángel Mena ansiosos de tener minutos y demostrar que tienen calidad para ser titulares. Podríamos sumar inclusive al jovencito Misael Domínguez, que en los pocos minutos que ha tenido ha mostrado calidad con base en su habilidad y atrevimiento.
En el Cruz Azul se han generado círculos virtuosos en todas las zonas del campo... En la defensiva hay muchísima competencia: Pablo Aguilar y Julio César Domínguez saben que Igor Lichnovsky en cualquier momento les puede quitar el puesto... En el eje de ataque la competencia que se traen Martín Cauteruccio y Milton Caraglio está también marcada por un alto rendimiento para merecer continuidad. Además está el colombiano Andrés Rentería.
El torneo es largo y el Cruz Azul tiene el gran reto de ser consistente y saber cerrar torneos y finales, en el caso de que llegue. Mientras, se vale emocionarse.
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