Las expresiones, dichos o refranes atañederos a dejar de existir, a la muerte, consunción o acabamiento son múltiples y comprenden el bicordio idiomático: frases cultas y giros del lenguaje popular como, por ejemplo, "chupar faros": porque a los fusilados en ciertas latitudes de México en el siglo pasado se les ofrecía un cigarro de esa marca (Faros) como última dádiva. Y aquí recuerdo el verso de "Piedra de Sol" de Octavio Paz: "ramo de rosas para el fusilado" cuyo correlato sería "Cigarrito Faros para el fusilado".
Y se decía "chupar" porque, amarrados de las manos, los condenados tenían que consumir el cigarro hasta chuparlo íntegramente. En España se dice de modo poético "doblar la servilleta". Y en nuestros pagos solemos decir "colgar los tenis", "morder el polvo" o "se lo cargó el payaso".
También: "se lo llevó la tía de las muchachas", esto es, la calaca o muerte. En España, asimismo, se dice "la palmó" o "palmarla" cuya expresión gemelar en México es "petatearse" o "estirar la pata". Un verbo menos conocido es "diñar", morir es "diñarla".
Asimismo "dar las boqueadas", "expirar", "extinguirse". Cuando alguien fallece sin lograr su natural desarrollo decimos "se malogró". Es curioso fenecer (finar, finado) y fallecer (engañar, quedar inadvertido). Van dos frases de aliento poético y no muy frecuentes, pero de gran sentido: "calzarse la pijama de madera" y una más cuyo significado es "acabar desastrosa y repentinamente": "tronar como un arpa vieja".
Por supuesto que, aunque el diccionario no los registra, estos dos mexicanismos enfáticos son moneda de cuño corriente aquí, allá y acullá: "valió madre" o, más expresivo aún, "se lo cargó la chingada". El espectro, como se puede ver, es muy amplio, pero yo me quedo con la primera de las frases aquí comentadas: -pobre de perengano. -¿Qué le pasó? -Sencillamente "chupó faros".
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