Todo parece indicar que la situación gestándose en la península coreana seguirá escalando. Mantener una comunicación abierta y establecer una negociación entre las partes sería clave para poder disminuir la tensión existente y abrir el camino para una resolución futura. Sin embargo, podría ser algo difícil de alcanzar. Los actores involucrados no parecen dispuestos a hacerlo o, tal vez, no saben como lograrlo. Motivo por el cual la situación asemeja un “duelo de titanes” en el que Donald Trump y Kim Jong-un parecen empeñados en retar verbalmente al otro para ver que tan lejos está dispuesto a llegar, mientras que China observa los sucesos desde una prudente distancia. Un juego peligroso dado la creciente inestabilidad de la región y la capacidad nuclear de los involucrados.
JOS