Cristina Palacios Goddard es una empresaria exitosa que con sólo 24 años creó la firma Aventones, un sistema en línea donde personas que pertenecían a una misma empresa o institución, se organizaban para compartir sus automóviles.
Aventones tuvo un crecimiento exponencial y llegó a países como Chile, Colombia y Perú. En cinco años de operación, la empresa llamó la atención de BlaBlaCar, la compañía francesa más grande en servicios de autos compartidos, quienes terminaron comprando el proyecto.
A tres años de haber vendido su primer Startup y luego de ocho años de experiencias, Cristina se convirtió en socia y directora de Jetty, una app de transporte colectivo privado, que propone una solución de movilidad mucho más accesible, pero con los estándares de un servicio privado.
“El objetivo es ofrecer un transporte digno y seguro, sobre todo en viajes entre el Estado de México y la Ciudad de México, creamos una solución para las personas que no tienen auto, no quieren tomar Uber o están insatisfechas con el transporte público”, explica Cristina.
Actualmente tienen 14 camionetas en operación y siete rutas distintas: Zona Norte-Polanco, Reforma-Santa Fe, Zona Norte-Santa Fe, Aragón-Santa Fe, Narvarte-Santa Fe, Narvarte-Polanco y Polanco-Santa Fe.
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“En el equipo somos 12 personas, pero estamos creciendo muy rápido. A corto plazo queremos ampliar la cobertura y la oferta de viajes, pues la ciudad y la necesidad de los usuarios es enorme”, señala.
Con solo cinco meses de operación ininterrumpida, Jetty fue parte de las 30 Promesas de los Negocios de Forbes 2018 y del programa de capacitación para emprendedores Posible. Además, fueron una de las 10 startups invitadas a pitchar en el evento “Shared Use Mobility Center, en Chicago, donde compartieron con expertos en movilidad a nivel mundial.
“La tecnología permite tener información oportuna y en tiempo real de la oferta y la demanda; gracias a eso, tenemos métricas y datos que nos permiten conocer los hábitos de los usuarios para diseñar mejores soluciones y servicios”, comparte la directora de Jetty.
Cristina también es socia de Innku, compañía que apoya a emprendedores en el desarrollo de aplicaciones tecnológicas y de Rutanet, una app que conecta a transportistas con carga. Además, es fundadora de las empresas digitales: Briq.mx, un crowdfunding para desarrolladores inmobiliarios y LunchBreak.mx, servicios de comidas para oficinas.
A sus 32 años, Cristina confiesa que la clave del éxito es creer en tu producto y no flaquear cuando las cosas se ponen difíciles. Lo importante es ser observadora y resolver problemas.
“Lo cierto es que, si tienes una buena idea y no la llevas a cabo en ese momento, quizá alguien más lo haga, hay que aventarse”, finaliza Cristina.
REPL
