Llega el cierre de año y México se espera que crezca, según la última encuesta del Banco de México, 1.72 por ciento. Aun así, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, encuentra un listado de razones que hacen al 2017 un año económicamente positivo; entre ellas, el nuevo Tratado Transpacífico sin Estados Unidos, una política industrial con agendas en 30 sectores estratégicos y las Zonas Económicas Especiales (ZEE).
Suponiendo que tuviera que ponerle un adjetivo a este año, ¿cuál sería?
El año en que superamos expectativas negativas.
¿Cuáles son esos eventos superados?
La primer semana del año inició con los tuits del señor Trump y el anuncio de cierre de la planta de Ford. Después fue el tema de la liberalización de los precios de la gasolina, que generaron una situación muy tensa y muy difícil. En el arranque de año se apuntaba a que fuera un periodo económicamente mal.
¿Cómo termina siendo un buen año?
Termina siendo un año de crecimiento, con avances significativos en todas las reformas, con la continuación en materia de generación de empleo. Además, en inversión extranjera directa alcanzamos este año al tercer trimestre los 163,009 millones de dólares (mdd), y un crecimiento de 90% en las exportaciones automotrices en relación al mismo periodo del sexenio anterior. El año fue mucho más positivo en función a cómo se esperaba.
¿Quedaron algunos pendientes?
Sin duda. Uno es la reforma laboral que todavía está en proceso y que tiene que llegar a una consolidación, no podemos dejar pendiente ese capítulo. Además, está lo que viene en la consolidación del Sistema Nacional Anticorrupción, porque no debemos olvidar que el Estado de derecho tiene su impacto económico.
El corte de caja de diciembre también es sexenal. ¿Cuáles fueron las tres mejores noticias que dio?
Para nosotros fue fundamental el relanzamiento de la modernización con Europa en enero de 2013, en Santiago de Chile. En materia de comercio también está la gran vuelta que han dado Brasil y Argentina que queremos capitalizar a través de ampliaciones del comercio. Y el mejoramiento en el ambiente de negocios a través de la regulación. Al inicio de este sexenio nuestro costo de la tramitología estaba en 4.22% del Producto Interno Bruto, hoy estamos en 2.65%. Y una más: la creación del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem).
¿Cuáles fueron las tres peores situaciones que enfrentó?
Los temas pendientes por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. El segundo gran tema que tenemos que aterrizar es la consolidación del sistema de apoyo al emprendimiento para acercarnos más al fomento de capital de riesgo y tener mecanismos fiscales que incentivar. Y la consolidación de la agenda de competitividad, pues si bien el presidente Peña logró que en su sexenio tuviéramos la calificación más alta que el país ha logrado del Indicador de lWorld Economic Fórum, el lugar 51, México tiene capacidades de mejorar.
Viene un año electoral, ¿puede impactar en lograr lo que falta?
El presidente Peña Nieto tiene una convicción clara de que él seguirá su agenda de gobierno para entregar los objetivos que se han planteado, independientemente de las elecciones. Se puede seguir adelante con todos los procesos y las responsabilidades.