En un contexto de bajos ingresos petroleros, la deuda de estados y municipios continúa en ascenso y alcanzó 535 mil 269 millones de pesos al cierre del año pasado, un aumento anual de 5 por ciento —más de 26 mil millones de pesos—, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda.
En términos nominales, es la más alta que se ha registrado, pero en proporción al tamaño de la economía se ha mantenido en 3.1 por ciento del producto interno bruto desde 2013, un signo de estabilización, pero tampoco se ha registrado una reducción en lo que va del sexenio.
La entidad más endeudada con respecto al tamaño de su economía fue Chihuahua, cuyas obligaciones alcanzaron 8.9 por ciento del producto interno bruto (PIB) estatal en 2015, por lo que sus obligaciones se ubicaron en 42 mil 762 millones de pesos.
El endeudamiento de Chihuahua en 2015 representó casi el doble respecto al 4.6 por ciento del PIB estatal que registró en 2011.
A ese estado le sigue Quintana Roo, con una deuda que alcanza 8.5 por ciento del PIB estatal, equivalente a 22 mil 443 millones de pesos. En 2015, el gobierno de Quintana Roo registró la primera reducción de endeudamiento respecto a su producción total, después de que el año pasado alcanzó su máximo histórico, con 8.6 por ciento del PIB estatal.
A esa entidad le sigue Coahuila, con una deuda de 6.6 por ciento del PIB estatal, lo que equivale a más de 38 mil millones de pesos al cierre de 2015. El estado destaca debido a que ha reducido su deuda en la actual administración, después de haber alcanzado un máximo histórico de 7.8 por ciento del PIB en 2011.
En cuarto lugar se encuentra Chiapas, cuyas obligaciones ascienden a 6 por ciento de su PIB al cierre de 2015, una reducción de 0.8 puntos porcentuales respecto al año pasado, por lo que esta deuda alcanzó 18 mil 833 millones de pesos.
A esas entidades le siguieron Nayarit, Nuevo León y Veracruz, cuyas obligaciones financieras superaron 5 por ciento de su PIB el año pasado. Oaxaca, Sonora, Michoacán y Zacatecas registraron una deuda superior a 4 por ciento de su producto interno bruto.
Baja California, Durango y Colima registraron una deuda de entre 3 y 4 por ciento de su PIB estatal, mientras que el Estado de México, Morelos, Ciudad de México, Tamaulipas, Jalisco e Hidalgo, registraron una deuda de entre 2 y 3 por ciento de su PIB.
Destaca el caso de la Ciudad de México, que alcanzó en términos nominales la deuda más alta, de 71 mil 84 millones de pesos, pero con respecto al tamaño de su economía sus obligaciones alcanzaron 2.5 por ciento de su PIB.
Asimismo, Nuevo León registró la segunda deuda más onerosa, al alcanzar 63 mil 832 millones de pesos, la mayoría de estas obligaciones se contrajeron durante la administración del ex gobernador Rodrigo Medina, pero con respecto al PIB estatal el endeudamiento solo alcanzó 5.2 por ciento del PIB.
Las entidades menos endeudadas fueron Aguascalientes, Baja California Sur, Puebla, San Luis Potosí, Guerrero, Guanajuato, con un débito inferior a 2 por ciento de su PIB; mientras que Yucatán, Tabasco, Querétaro, Campeche y Tlaxcala alcanzaron obligaciones menores a 1 por ciento de su producto estatal.