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Hacienda castiga a 23 estados por baja recaudación

El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria reveló que de 616 mil mdp en aportaciones federales, más de 60 por ciento se destinará al pago de funcionarios y personal gubernamental.

Debido una mayor dependencia de los recursos federales, la situación de las deudas y la presión por elevar la recaudación local, 23 estados del país verán mermas en los recursos que reciben de la Federación, revela un estudio del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

Dicha disminución se dará a pesar de que, en general, las aportaciones a los estados aumentaron 1 por ciento nominal en el Presupuesto de Egresos 2016, propuesto por la Secretaría de Hacienda y aprobado por el Congreso.

De esos estados, la mayor disminución per cápita se registra en Campeche, Colima, Nayarit, Durango, y San Luis Potosí.

En el caso de las participaciones federales, disminuirán per cápita en siete estados, pese a que el PEF 2016 registra un aumento de 8 por ciento real en su monto nominal. Campeche, Tabasco, Nuevo León, Colima, Baja California Sur, Sonora y Zacatecas son las entidades que registrarán una disminución en el fondo general de participaciones para 2016.

Las entidades han aumentado su dependencia de los recursos por su baja recaudación. Según el CIEP, en 2013 las entradas federales aportaban 75 por ciento del presupuesto de los estados, y aumentó a 85 por ciento en 2015, lo que disminuyó la proporción que ocupan los impuestos locales.

El centro indicó que a pesar del incremento general en esos recursos, que componen 80 por ciento del presupuesto para las entidades, dichos estados sufrirán reducciones si se miden las aportaciones y participaciones por el tamaño de su población; es decir, por cada habitante.

“En un análisis per cápita, la distribución de recursos del fondo general de participaciones y del fondo de fomento municipal está convergiendo entre los estados, principalmente porque las entidades federativas con menor recaudación de impuestos locales tienen más incentivos para obtener recursos por esa vía”, precisó el CIEP.

El estudio, firmado por Kristóbal Meléndez, refiere que ante una disminución de los ingresos estatales por participaciones y aportaciones, los estados tienen tres avenidas para compensar la caída de ingresos totales: endeudarse, incrementar la recaudación local o recortar el presupuesto de algunos programas. Advierte que en caso de que se aumenten los impuestos locales puede haber “una disminución del bienestar de los ciudadanos”, ya que el ingreso per cápita bajó en la mitad de las entidades federativas en los últimos dos años.

“Sería recomendable que en caso de optar por esa estrategia, los estados realicen una planeación adecuada, para que no se afecte a la población más vulnerable y los impuestos sean lo más progresivo posible”, dijo Meléndez.

El CIEP precisó que de 616 mil 287 millones de pesos que se asignaron a aportaciones federales, más de 60 por ciento será destinado al pago de salario de funcionarios y personal gubernamental, y solo 23 por ciento a proyectos de inversión, mientras que 17 por ciento a “otros conceptos”.

También advirtió que existe una disparidad respecto al nivel de deuda de los estados con los recursos que captan del gobierno federal. Es el caso de Nuevo León y Sonora, dos de los estados con mayor deuda, pero con un bajo nivel de aportaciones.

“Chiapas, Oaxaca y Tlaxcala son entidades federativas con recaudación local baja. Los estados más endeudados son Chihuahua, Quintana Roo, Coahuila y Nuevo León”, concluyó el centro de investigación.

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Deuda crecerá más de lo previsto: FMI

Durante el actual sexenio la deuda del país crecerá hasta ubicarse en 51.8 por ciento del producto interno bruto, por arriba del 47.4 estimado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

En el análisis ejecutivo económico semanal del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) se indica que el FMI proyectó un crecimiento de la deuda para el país en 8.2 por ciento como proporción del PIB durante el presente sexenio, basado en el ritmo de crecimiento actual.

Indicó que es evidente que el sector público requerirá una gran cantidad de recursos para cumplir con sus objetivos, y es por ello que la estrategia de endeudamiento debe estar alineada con los objetivos de crecimiento y creación de empleos.

“Administrar correctamente las fuentes de endeudamiento es fundamental, sobre todo con el ritmo en que ha crecido la deuda”, subrayó el Ceesp.

Si la deuda es canalizada a favor del crecimiento económico, es factible que su efecto negativo se reduzca de manera importante; no obstante, la rapidez con la que ha crecido en los últimos años genera preocupación, añadió.

De acuerdo con el Ceesp, los datos indican que en los primeros tres años del sexenio los requerimientos financieros del sector público aumentaron a una tasa promedio anual de 10.6 por ciento, mientras que la economía avanzó 2.5 por ciento. Ese crecimiento económico, agregó, no refleja el abultado aumento de recursos disponibles que ha tenido el sector público para satisfacer las necesidades de la población.

Aunado a la necesidad del sector público de buscar más recursos para financiarse, el Ceesp indicó que el costo financiero de la deuda también aumenta de manera importante. Lo anterior porque, de acuerdo con Hacienda, en enero-septiembre ese rubro aumentó 22.2 por ciento en términos reales, lo que significó su mayor avance para el mismo periodo desde 1999.

(Luis Moreno/México)




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