Ya lo decidiste: tus pequeños no deben pasar un minuto más ante ese peligroso sedentarismo y vas a animarlos para hacer algún deporte… ¿pero en cuál?
La actividad física es necesaria para los niños —eso lo sabemos todos—, pues de manera preocupante la Organización Mundial de la Salud (OMS) detalla que, a nivel global, 42 millones de niños padecen sobrepeso, en buena medida por los hábitos sedentarios. Esa condición, a su vez, desencadena otras enfermedades.
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Así que, con base en la edad y las habilidades de los niños, busca la actividad física adecuada.
Los pediatras consideran que es ideal promover que los niños practiquen actividades recreativas de 3 a 5 años de edad, pero —¡OJO!— no en deportes formales ni de competencia. Primero hay que inducirlos al juego que después los conducirá al deporte. Empieza por cosas básicas y divertidas como correr, dar maromas o lanzar pelota y atraparla.
Ya entre los 6 y 9 años tendrán mejores posibilidades de entrenar sus habilidades y realizar deportes de conjunto. La OMS recomienda, como mínimo, 60 minutos al día de activación.
Aquí enlistamos algunas disciplinas que los niños usualmente aman practicar y contribuyen a la maduración de su sistema musculoesquelético:
- Natación: Ejercitan todos los músculos del cuerpo, aumentan flexibilidad y ayuda en la postura.
- Básquetbol: Mejora la concentración y desarrolla coordinación y reflejos.
- Judo: Mejora la coordinación y equilibrio. Además da principios de autocontrol.
- Fútbol: Si ya sueña con ser un crack de las canchas, que desarrolle resistencia aeróbica, velocidad y potencia muscular de las piernas.
- Escalar: Ayuda en la coordinación, flexibilidad y equilibrio, además da fuerza en piernas y brazos.
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