El nuevo decreto migratorio del presidente Donald Trump enfrentó su primer obstáculo judicial, después de que un juez federal suspendiera la aplicación de la medida para la esposa y la hija de un refugiado sirio en Estados Unidos. No obstante, Trump se apuntó una pequeña victoria al lograr el despido de Preet Bharara, fiscal federal del distrito sur de Nueva York, uno de los 46 designados por Obama y a los que el mandatario reclamó su dimisión.
En paralelo, varias organizaciones defensoras de los derechos cívicos y de los refugiados anunciaron que enviarán un recurso a la justicia contra el decreto, que será examinado el 15 de marzo próximo, la víspera de su entrada en vigor.
El juez federal de Wisconsin William Conley impidió el viernes en un fallo preliminar que se prohíba la llegada de la esposa y la hija de este refugiado sirio, al considerar que corren “el riesgo de sufrir un daño irreparable” si se aplica el decreto de Trump, que niega la admisión de refugiados a EU durante 120 días.
El demandante, un musulmán sunita que huyó de la guerra de Siria en 2014 para evitar una “muerte casi asegurada”, según los documentos enviados al tribunal, recibió el estatuto de refugiado en EU, y luego presentó la demanda de asilo para su esposa e hija, quienes permanecen en Alepo.
Su solicitud estaba a punto de recibir luz verde cuando se vio obstaculizada por el decreto antimigratorio de Trump, que también prohíbe la entrega de visados durante 90 días a ciudadanos de Irán, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen.
Aunque la decisión del juez Conley se aplica únicamente a este sirio y a su familia —cuya identidad quisieron preservar—, tiene una fuerte carga simbólica, al ser la primera medida judicial contra esta nueva orden ejecutiva de Trump, una versión modificada del decreto implementado el 27 de enero. Éste fue suspendido el 3 de febrero por un juez federal de Seattle después de que provocara una ola de indignación dentro y fuera del país.
De acuerdo con la decisión del magistrado, los argumentos del demandante “tienen posibilidades de ser validados”, principalmente porque si la familia tiene que permanecer en Siria, puede sufrir “un daño irreparable”. El juzgado de Wisconsin estableció una audiencia para el 21 de marzo.
El nuevo decreto migratorio de Trump ya está siendo atacado en las instancias judiciales por varios estados como Washington, Maryland, Massachusetts, Minesota, Nueva York, Oregon y Hawái, así como organizaciones en defensa de los derechos civiles.
Paralelamente, Trump ha demostrado en los últimos días una mayor voluntad de retomar el control judicial del país. El Departamento de Justicia pidió el viernes la renuncia de 46 fiscales federales que nombró Obama y que seguían en sus cargos. El de mayor perfil público, Preet Bharara, fiscal federal del distrito sur de Nueva York, aseguró ayer que fue despedido después de negarse a renunciar la víspera. “No dimití. Fui despedido hace unos instantes”, escribió el fiscal, nacido en India, en Twitter.
A su vez, Trump afirmó que se han logrado “grandes avances” en el proyecto de reforma del sistema de seguros médicos, que provoca división incluso entre los republicanos. “Estamos haciendo grandes avances con el sistema de salud. Obamacare va a explotar y solo empeorará. ¡Los republicanos se unen para hacer el trabajo!”, escribió en su cuenta de Twitter.
DETENIDO UN INTRUSO TRAS ENTRAR EN EL RECINTO DE LA CASA BLANCA
Un intruso que portaba una mochila fue detenido la noche del viernes tras lograr ingresar en el recinto de la Casa Blanca mientras el presidente Donald Trump estaba en su interior, confirmaron ayer los servicios secretos estadunidenses. “Los servicios secretos hicieron un gran trabajo”, comentó Trump a la prensa en su club de golf, en el estado de Virginia, asegurando que el detenido tiene “problemas mentales”.
El sospechoso fue arrestado por agentes secretos antes de la medianoche después de conseguir trepar una valla exterior del perímetro de la Casa Blanca, explicó la agencia en un comunicado enviado a la AFP. Las autoridades, que no hallaron materiales peligrosos en la mochila del intruso, consideraron que el terreno del complejo presidencial es seguro.
El sospechoso fue identificado como Jonathan Tran, de 26 años y originario de California, informó la cadena de televisión CNN. “No, soy un amigo del presidente. Tengo una cita”, dijo el sospechoso cuando se le acercó la policía, según esta cadena de televisión que cita un informe de la policía de Washington.
Con información de: AFP/Washington.