La provincia de Idlib tiene una importancia estratégica, cerca de la frontera con Turquía, país favorable a la rebelión, y de la provincia costera de Lataquia, feudo del régimen y cuna de la familia del presidente Asad.
Cerca de la carretera que une Alepo y Damasco, la ciudad de Idlib suma hoy unos 200 mil habitantes. Antes de la guerra, la mayoría de los habitantes trabajaba en la agricultura, sobre todo en el cultivo de algodón y cereales.
En marzo de 2015, el Ejército de la Conquista (Jaish al Fatah), una coalición compuesta por grupos rebeldes islamistas sirios como Ahrar al Sham y yihadistas como el Frente al Nosra (rebautizado desde entonces como Fateh al Sham), se apodera de la ciudad de Idlib, de población mayoritariamente sunita.
Su captura es un duro golpe para Damasco porque se trata de la segunda capital provincial que se le resiste, después de Raqa, convertida en el feudo del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Idlib y su provincia serán el objeto repetido de mortales ataques aéreos de la aviación siria y su aliado ruso, implicado en el conflicto desde septiembre de 2015.
Es en esta provincia donde fueron transferidos miles de rebeldes y sus familias, evacuados por la fuerza de otros bastiones insurgentes, en especial de la provincia de Damasco.
Antes del ataque del martes contra Jan Sheijun (86 muertos, incluidos 30 niños), la provincia fue víctima de otros "ataques químicos".
En octubre de 2016, el Consejo de Seguridad de la ONU recibió un informe confidencial que concluía que el ejército sirio había realizado un ataque con armas químicas, probablemente cloro, en Qmenas, una ciudad de la provincia, en marzo de 2015.
En un informe precedente, la comisión investigadora concluyó que helicópteros militares expandieron gas de cloro sobre al menos dos localidades, en Talmenes, el 21 de abril de 2014, y en Sarmin, el 16 de marzo de 2015.
A la vez, las localidades chiitas de Fua y Kafraya están controladas por el gobierno (alauita, pro chiita), pero asediadas por los rebeldes islamistas.
En virtud de un acuerdo alcanzado en 2015, su destino siempre ha estado ligado al de Zabadani y Madaya, dos ciudades sitiadas por el gobierno en la provincia de Damasco. Cualquier ayuda que llegue a las localidades leales debe ser igualmente entregada a las dos ciudades rebeldes.
La provincia de Idlib fue a fines de enero escenario de sangrientos combates entre Fateh al Sham (ex filial siria de Al Qaeda) y grupos rebeldes que hasta entonces eran sus aliados.
La rebelión se divide entonces en dos: grupos insurgentes que rechazan el proceso de paz se fusionan con Fateh al Sham bajo el nombre de Tahrir al Sham, mientras que otros proclives a las negociaciones se alían con el grupo salafista Ahrar al Sham.
La ciudad antigua de Ebla (Tall Mardij), también en Idlib, erigida en los tiempos de uno de los reinos más antiguos de Siria, fue saqueada y devastada por los combates. Sus tablillas de arcilla, que datan de 2.400 y 2.300 A.C., y descubiertas en 1964, dan testimonio de la invención del primer alfabeto.