A partir de hoy y hasta el viernes, líderes y ejecutivos de todo el mundo buscarán cómo disipar la incertidumbre que siente parte de la sociedad por la globalización y por la aparente incapacidad de la política y de la economía para dar respuestas a unos miedos que son aprovechados por los populistas de derecha y ultraderecha en Estados Unidos y Europa.
El Foro Económico Mundial, a realizarse del 17 al 20 de enero en la estación alpina de Davos, reunirá a unos 40 jefes de Estado y de gobierno entre una cifra récord de 3 mil participantes representantes de la política, la cultura, la economía y la sociedad civil, a fin de analizar el liderazgo responsable y receptivo en el contexto actual. Desde que se celebrara la última vez el Foro de Davos hace un año el mundo ha cambiado y además tendrá lugar entre la salida del actual inquilino de la Casa Blanca y la entrada del nuevo el próximo día 20.
La economía global está mejor en la mayoría de los países, el temor a la desaceleración de China ha disminuido, los mercados ya no sufren la volatilidad conocida en anteriores años y el precio del crudo se ha estabilizado. Eso sí, las protestas de 2016 en las calles europeas contra acuerdos comerciales de calado reflejan el descontento de la sociedad con la globalización y sus efectos. Pero, la mayor parte de las expresiones de rechazo y de las incertidumbres parecen venir hoy de la política.
Los británicos votaron a favor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE), Donald Trump ganó las elecciones en EU generando entre la élite de Davos grandes dudas sobre la dirección que encaminará la futura administración en materia económica, comercial, de política exterior y de cambio climático.
La primera ministra británica, Theresa May, podrá explicar por primera vez a la selecta audiencia de Davos sus planes de cara a las negociaciones del brexit (salida de Reino Unido del bloque comunitario) con la Unión Europea. Y Anthony Scaramucci, miembro ejecutivo del equipo de transición de Trump, será cuestionado por la audiencia sobre los planes del presidente electo una vez esté en la Casa Blanca y confrontado con la realidad. Con todo, "es significativo en muchos aspectos" que sea el presidente chino, Xi Jinping, el que inaugure el Foro, según destacó el presidente y fundador del mismo, Klaus Schwab.
Es el primer presidente de China en acudir al Foro y se prevé que deje claro que el gigante asiático está dispuesto a llenar el hueco que dejará EU ante su previsible repliegue como defensor de la liberalización y de grandes tratados comerciales.
El cambio climático, la amenaza del terrorismo y la crisis de refugiados también siguen presentes en las mentes de los líderes y ciudadanos, como las próximas elecciones en Francia, Alemania y Holanda, donde los partidos populistas esperan ganar terreno entre los votantes.
El Foro ha organizado sesiones sobre los refugiados, la redefinición de la agenda de seguridad de Europa, la guerra en Siria y la lucha contra el Estado Islámico en Irak, y sobre las políticas del miedo o la rebelión de los olvidados.
Todo este contexto obliga a los líderes políticos y económicos a demostrar a los ciudadanos que todos pueden beneficiarse en esta sociedad, ha dicho Schwab, y a contrarrestar todo enfoque simplista como lo hace el populismo.
Por ello este año el Foro abordará, en 400 sesiones de debate, cómo reforzar el crecimiento global sin dejar atrás a los ciudadanos, reformar el capitalismo de mercado sin cerrar las economías al mundo y fomentando la inclusión social, prepararse para la cuarta revolución industrial y redefinir la cooperación global.
Y por ello esta cumbre de Davos incluirá paneles para abordar el fomento de la inclusión y la competitividad, el futuro del bienestar o la gobernanza de la globalización en retirada.