El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, informó hoy al gobierno español que el parlamento catalán no declaró la independencia, pero advirtió que lo hará si no hay diálogo y continúa la "represión" del Estado, que podría suspender la autonomía regional.
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"Si el Gobierno del Estado persiste en impedir el diálogo y continuar la represión el Parlament de Cataluña podrá proceder, si lo estima oportuno, a votar la declaración formal de la independencia que no votó el 10 octubre", indicó Puigdemont en una carta dirigida a Mariano Rajoy.
Rajoy le había dado a Puigdemont hasta hoy para "dar marcha atrás" a sus ambiciones independentistas y evitar una intevención por parte del gobierno español. Sin embargo, el líder catalán sostuvo su promesa de independencia para la región.
En el documento, explicó al presidente español que si dejó "en suspenso" los efectos de la declaración de independencia fue para propiciar el "diálogo que de manera reiterada nos han hecho llegar, a usted y a mí, instituciones y dirigentes políticos y sociales de toda Europa y el resto del mundo".
Reprochó que no "haya sido atendida la petición de revertir la represión" y que, al contrario, se incrementó con el arresto de los dirigentes catalanes independentistas. Además, recalcó que el gobierno de Rajoy ha impedido el diálogo.
"Pese a todos nuestros esfuerzos y nuestra voluntad de diálogo, que la única respuesta sea la suspensión de la autonomía, indica que no se es consciente del problema y que no se quiere hablar", puntualizó.
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El mandatario independentista tenía hasta el lunes para decirle al gobierno central si el 10 de octubre declaró o no la independencia de Cataluña; ese día Puigdemont también mandó un escrito, que no aclaraba la declaración, pero si llamaba al diálogo entre las autoridades españolas y las catalanas.
El gobierno de Rajoy consideró que Puigdemont no contestó a la pregunta, pero el líder catalán tenía todavía hasta hoy para rectificar.
Puigdemont está bajo una tremenda presión tanto política como económica, diplomática y judicial, atrapado entre quienes le reclaman que declare ya la independencia y quienes le piden frenar.
En su campaña por el referendo, prohibido por la justicia, los independentistas aseguraron que las empresas no se marcharían de Cataluña y que, ante "los hechos consumados", la comunidad internacional los apoyaría. Sin embargo, 540 empresas se fueron de Cataluña desde el 2 de octubre, y la Unión Europea mostró su apoyo sin fisuras a Rajoy.
Con información de AFP
AER